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Episodio 77: Life in Miami - A Taste of Little Havana

Por Duolingo el miércoles 04 de octubre del 2023

Las historias detrás de dos de los lugares más emblemáticos de comida y bebida del barrio de Little Havana en Miami. ¡Visita el restaurante Versailles y la heladería Azúcar para probar el auténtico sabor cubano en su menú!

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Transcripción

Diana: El café es lo primero que se huele al entrar a Versalles, un restaurante cubano de Miami. El edificio ocupa toda una manzana en el barrio de Little Havana. El comedor principal es enorme, con mesas para casi 400 personas. Tiene el mismo aspecto que cuando Felipe, el abuelo de Nicole Valls, lo abrió en 1971. Las paredes están cubiertas de espejos y del techo cuelgan lámparas de oro y cristal.

Nicole: My grandfather wanted it to be special, so he decided to decorate the inside of the restaurant with mirrors and a lot of gold. It looked like the famous Palace of Versailles in France. And in Cuba, where my grandfather is from, things that looked elegant were called “Versailles.” So my grandfather thought, “I’ll call my restaurant Versailles!”

Diana: Cuando Felipe abrió el restaurante por primera vez, quería crear un ambiente acogedor para los cubanos, un lugar donde se sintieran como en casa, con sabores familiares. Durante los cincuenta años que siguieron, Versalles se convertiría en uno de los puntos de encuentro más importantes para los cubanos exiliados en Miami.

Nicole: I don’t think my grandfather expected Versailles to become such an important part of Cuban culture in Miami. He didn’t just serve coffee. He created a home for people who didn’t have one anymore.

Diana: Welcome, les damos la bienvenida a “Relatos en inglés”, un podcast de Duolingo. Soy Diana Gameros. En cada episodio podrás practicar inglés a tu propio ritmo, escuchando historias reales y fascinantes contadas por las personas que las vivieron.

En cada capítulo, yo te acompañaré, para asegurarme de que entiendas todo. También ofrecemos transcripciones completas en podcast.duolingo.com.

En esta temporada especial del podcast, vamos a Miami, en el estado de Florida. Miami es conocida por sus hermosas playas, su clima casi tropical y sus lazos con Cuba, el Caribe y toda Latinoamérica. Conoceremos algunas de las historias de las más de cinco millones de personas que viven allí y aprenderemos por qué este lugar es tan especial para ellos. Los protagonistas hablan en un inglés sencillo y fácil de entender para quienes están aprendiendo el idioma.

En este episodio, viajamos al barrio cubano en Miami llamado “Little Havana”, donde el café se toma en la ventana y el helado hace referencia a Celia Cruz.

Fidel Castro: "…Revolución Cubana…"

Diana: Cuando Fidel Castro tomó el poder en Cuba en 1959, la vida en la isla cambió para siempre. Más de un millón de cubanos huyeron de sus hogares sin saber cuándo volverían. Cientos de miles de personas se establecieron en la ciudad de Miami, al otro lado del estrecho de Florida. Felipe, el abuelo de Nicole, fue uno de ellos.

Nicole: My grandfather came with my grandmother, who was pregnant, and their two children. They couldn’t bring a lot of things with them, and their lives were difficult when they arrived. They tried to rent an apartment, but there were signs in the windows that said, “No children, no animals, no Cubans.” That was a hard time in their lives, and for many Cubans in Miami at the time.

Diana: Pero Felipe tenía una ética de trabajo muy fuerte. Empezó vendiendo equipos usados para restaurantes y, con el tiempo, convenció a sus jefes para que lo ayudaran a importar equipos especializados en café.

Nicole: My grandfather knew that Cubans preferred the same kind of coffee they had at home. Cuban coffee, or cafecito, is similar to Italian espresso: it’s strong and it has a lot of sugar in it. Cubans love sugar. When I was five years old, my grandmother gave me my first café con leche — which is Cuban coffee with milk. I liked it immediately. I still drink one every morning.

Diana: Felipe Valls empezó a vender café al estilo cubano en Little Havana, el barrio en donde se asentaron muchos cubanos. La zona está situada al oeste del centro de Miami. Rápidamente, Felipe abrió su propio restaurante en la popular Calle Ocho y lo llamó “Versailles”. Allí servía platos familiares como bocadillos cubanos y ropa vieja, hecha con carne desmenuzada, o shredded beef.

Nicole: The literal translation of ropa vieja is “old clothes.” It’s shredded beef that is cooked slowly in a tomato sauce with peppers and onions. When it’s finished, it kind of looks like shredded old clothes. It’s usually served with white rice. And the Cuban sandwich is made with sweet ham, roasted pork, and Swiss cheese on special Cuban bread. We even make our own bread here in the bakery. The sandwich has been on our menu since the restaurant opened, and everyone loves it. We can never take it off the menu because we don’t want our customers to be upset!

Diana: El menú del Versalles es legendario, pero la parte más famosa del restaurante está afuera, incluso antes de la entrada. Se llama “la ventanita”, y está situada justo a la derecha de la entrada principal. Es una parte esencial de la cultura del café cubano en Miami.

Nicole: My grandfather had an idea. He made a window on the side of the restaurant that moved up and down. He called it a ventanita. When customers walked up to the window, someone opened it to take their orders and give them their food. And the rest of the restaurant stayed cool in the Miami heat. I don’t think he knew the ventanita was going to be so popular!

Diana: Felipe inspiró a otras personas en Miami para que abrieran más “ventanitas”. Hoy día se ven por toda la ciudad, incluso en Starbucks. Se convirtieron en un lugar perfecto para comprar un café para llevar, charlar con amigos, picar una croqueta o un crujiente bocadillo frito de jamón molido, e incluso, fumar un puro cubano.

Nicole: In Cuban culture, coffee is a very social thing. People go to the ventanita to see their friends, to chat with the people who work there, and to hear about what’s happening in the community. There’s a whole group of older people who go there every day to talk about politics. They usually order a cafecito and maybe some croquetas, and then they leave.

Diana: Tanto por la mañana como por la tarde, “la ventanita” está siempre concurrida. Muchos habitantes hacen una pausa para tomar café a las tres y cinco todos los días, en honor al prefijo de Miami: 305. Los lugareños salen de sus oficinas para hacer cola en “la ventanita”, junto a los turistas que vienen de visita.

Nicole: A common mistake for tourists is to order and drink an entire colada, which is a double portion of Cuban coffee in a small cup. It always comes with a lot of tiny little cups because normally, people buy it to share with other people. But tourists don’t realize that they should share it, and they drink the whole thing! When I see that, I think, “Wow, you’re probably not going to sleep at all tonight!”

Diana: A medida que Nicole crecía, se involucró cada vez más en el negocio familiar y empezó a comprender lo importante que era Versalles para el vecindario de Little Havana. Cada vez que los cubanos de Miami querían reunirse, iban a Versalles. Y un día, en el otoño de 2016, una noticia de último momento impactó a toda la comunidad.

Nicole: I remember that it was the day after Thanksgiving in 2016. I was at home with some friends.

News reporter Fidel Castro está muerto hoy a los noventa años de edad…

Nicole: Before then, we heard rumors about it, but when we saw on the news that Fidel Castro died, we realized it was true.

Diana: Fidel Castro había estado fuera del ojo público durante varios años y habían rumores que estaba muy enfermo. La comunidad de exiliados cubanos en Miami esperaba que su muerte significara el fin del régimen que los había obligado a huir de su isla. Así que cuando se conoció la noticia, estaban listos para celebrar.

Nicole: Everyone in the community was going to Versailles to celebrate, and we knew a lot of journalists for TV news channels were going to be there too, including CNN, Univision, and Telemundo. It was my job to talk to them. I had the phone numbers for all the news channels and the police department. So, I started making calls.

Diana: Nicole corrió hacia el restaurante. Las calles de Little Havana ya estaban abarrotadas de gente.

Nicole: It was late on Friday, and I stayed at the restaurant all night. The next day, I went up to the roof and looked down. I couldn’t even see the street because there were so many people. A lot of those people had to leave Cuba because of Castro. For them, Castro caused a lot of pain, and took away their lives. They were playing Cuban music, dancing, hitting pots and pans, and waving their flags. And it was all happening at Versailles. It made me really emotional.

Diana: La celebración se prolongó durante tres días. Pero las reuniones en Versailles no se detuvieron ahí. Cada vez que los cubanos en Miami tenían una excusa para reunirse, ya sea por protestas políticas o para celebrar una victoria del equipo de básquetbol Miami Heat, acudían allí. El restaurante se convirtió en un auténtico negocio familiar que Nicole, su padre y sus hermanas ayudaron a dirigir junto con Felipe.

Nicole: Versailles is important to a lot of people. They call it the Cuban White House. It’s a lot of responsibility, but it’s a big honor to continue my grandfather’s tradition.

Diana: El negocio que Felipe puso en marcha hace cinco décadas emplea ahora a más de dos mil personas, y su café se vende incluso en las cadenas de supermercados. Famosos como Beyoncé, Enrique Iglesias y JLo pasaron por allí. También políticos y expresidentes la visitaron para atraer a los votantes cubanos y se fotografiaron frente a “la ventanita”. En 2021, Versalles organizó una gran fiesta para celebrar su cincuenta aniversario. Incluso instalaron una rueda de la fortuna o Ferris Wheel en el estacionamiento.

Nicole: We had a Ferris wheel and musicians played all day. We celebrated by bringing back our prices from 1971. So, we sold croquetas for ten cents and Cuban sandwiches for 35 cents. People wrote about their memories at the restaurant, and we put those papers on the walls, along with pictures of the celebrities who visited. My grandfather was sick at the time, but he still wanted to be there. I was so glad he was able to come. I can still remember the look on his face that night. He was just smiling from ear to ear.

Diana: Apenas un año después, en 2022, Felipe Valls falleció. Nunca tuvo la oportunidad de volver a Cuba. Nicole, su padre y sus hermanas están orgullosas de continuar con su legado. Incluso, algún día, esperan abrir un Versailles en La Habana, para honrar su memoria.

Nicole: Many of the people who left Cuba expected to go back one day. They waited for a year, and then one year turned into ten years, and ten years turned into fifty years. And here we are. Versailles became a second home for so many Cubans in Miami. It’s a place where they can speak their language, eat their food, drink their coffee, talk to friends, cry, protest, and celebrate. It became something so much bigger than just a restaurant. I know my grandfather wanted to go back to Cuba. But really, Miami was his home.

Diana: Nuestra siguiente narradora, Suzy Batlle, nació en Little Havana a finales de la década de 1960. Su escuela preescolar estaba justo donde ahora se encuentra el estadio de béisbol Marlins Park. Durante su infancia, tenía una vista privilegiada de la vida cotidiana de la Calle Ocho, la calle principal de Little Havana.

Suzy: Calle Ocho has a great history. When Cubans first came to Miami, it was a really busy street. There was a lot of energy there. People were always outside talking, smoking cigars, and having coffees together at a little ventanita.

Diana: Por las tardes, los hombres cubanos se reunían a jugar al dominó en un lugar llamado Domino Park: una pequeña plaza arbolada junto a la Calle Ocho, donde pasean gallos, o roosters, libremente. Por la noche, el cartel de neón que colgaba sobre el histórico teatro Art Deco Tower iluminaba toda la calle.

Suzy: My grandparents said that it really felt like you were in Cuba. There were roosters walking around everywhere, and you could always hear Cuban music playing somewhere in Little Havana.

Diana: Pero cuando Suzy creció, vio cómo la Calle Ocho fue empeorando.

Suzy: In the ’80s and ’90s, it wasn’t a nice place. Parts of Miami had big problems. And people in Little Havana started moving out of the city. There were lots of empty stores everywhere, so it almost looked like no one lived in the neighborhood.

Diana: Mientras el barrio que Suzy amaba sufría muchos cambios, ella, en lo personal, también lo hacía. La crisis financiera del 2008 la afectó y durante ese tiempo tuvo que enfrentar desafíos personales y de salud.

Suzy: In six months, I lost my job, I got a divorce, and I learned that I had cancer. Luckily, I learned about the cancer early, but it was still a really difficult time. I didn’t have a job, and I was taking care of my children by myself. It was not my plan. I had to start picking mangoes from the trees in my mom’s backyard, and I sold them on the street to make money for food. I always try to forget those moments.

Diana: Suzy se vio en la necesidad de encontrar una forma de mantenerse tanto a ella como a sus hijos. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea que cambiaría completamente su vida. Pensando en la historia de su familia y en sus habilidades, decidió abrir una heladería.

Suzy: Ice cream was a tradition in my family. My grandmother made it with fresh fruit and milk. When my grandparents still lived in Cuba, they traveled all over Latin America for my grandfather’s job. And wherever they went, my grandmother made ice cream with local fruit.

Diana: Suzy no quería abrir una heladería cualquiera: quería que fuera cubana, desde los sabores hasta la decoración y con ingredientes típicamente cubanos. Con la ayuda de un amigo, encontró un local perfecto, justo en la Calle Ocho, frente al Parque del Dominó. Decidió llamar a la tienda con una palabra que tiene un significado especial para los cubanos: “Azúcar”.

Suzy: Every Cuban knows the singer Celia Cruz. She was very famous, and she is known for saying azúcar. That’s because when she was eating lunch in Little Havana one day, the waiter brought Celia her coffee and asked, “Would you like that con azúcar o sin azúcar?” And Cubans love sugar. So, she looked at him like, “Is this a joke?” And then she screamed, “AZÚCAR!” She told this story at one of her concerts, and the crowd loved it. So, I knew that Cubans were going to understand the name of my shop!

Diana: Suzy contrató a un artista para que pintara un gran mural de Celia en su local y cubrió el suelo con los mismos azulejos de colores que se ven en una casa típica de La Habana. Tapizó las sillas con guayaberas, las camisas de lino que suelen llevar los hombres de la isla y que también son populares en Miami. Y, como hacía su abuela, fue a buscar los ingredientes más auténticos para el helado.

Suzy: First, I went to Los Pinareños, which is a market in Little Havana, and it’s very close to my shop. It’s been there for more than 50 years. It’s really like being back in Cuba. They had the best mamey, which is a fruit that tastes like a watermelon and a melon. It looks like a little football, and when you cut it open, it has a beautiful red color inside. Cubans love it. I also bought my guarapo, or sugarcane, there. I planned to add it to pineapple to make a sorbet.

Diana: Suzy cruzó la calle, y fue a un supermercado llamado El Nuevo Siglo. Allí vendían otra fruta que los cubanos reconocerían de la isla: plátanos maduros.

Suzy: This is a type of banana found in the Caribbean, and it’s a totally different kind of banana from what most people in the U.S. know. When it first starts to grow, it’s long and green. You can cut it into pieces and fry it to make a tostón. But if you let it grow longer, it becomes darker and sweeter. I buy them when they are almost black. I asked for five or six plátanos, and I carried them back to my shop across the street. Then I immediately put them into milk. When the people at El Nuevo Siglo heard about what I was doing, they offered me a discount. I just needed to bring them some ice cream!

Diana: Con los sabores listos y el interior del local terminado, Suzy estaba casi lista para abrir. Colocó un cartel encima de la entrada: un cono de helado con los colores del arco iris tan alto, a casi nueve metros, que se podía ver desde toda la manzana. Ahora sólo necesitaba el visto bueno del inspector municipal.

Suzy: It was a huge moment. The inspector came in and gave me a piece of paper. Then he said, “OK, you can open your shop — today, right now!” I couldn’t believe it. I didn’t even have any workers yet, but I was so excited for people to try my flavors, so I called all my friends to help me. We had no idea what we were doing. But my shop was immediately successful!

Diana: Suzy sabía que para conquistar realmente su lugar en la Calle Ocho, tendría que ganarse a los hombres cubanos que pasaban las tardes jugando en Domino Park a pocos pasos de la heladería. Pero eso no iba a ser fácil. Querían helado cubano que fuera tan bueno como el de la isla.

Suzy: When they came into the shop, they asked, “Hey, where’s the mantecado? You’ve got to have mantecado.” I was embarrassed because I didn’t know what they were talking about. Then I learned that it’s a vanilla flavor, but Cuban. It’s an egg-based ice-cream, with nutmeg and cinnamon.

Diana: Suzy encontró la receta de su suegra para hacer mantecado. La receta tiene canela, cinnamon, y nuez moscada, nutmeg, y preparó una tanda. Puso algunas muestras en una bandeja y cruzó la calle hasta Domino Park.

Suzy: I let the guys try it, and they said things like, “It needs more cinnamon!” Or “a little more nutmeg!” I really wanted it to be perfect, so I kept working on it. Finally, they all agreed it was delicious.

Diana: Suzy supo que había acertado a la receta cuando un señor mayor, al que no conocía, entró y le pidió probar el mantecado. En cuanto lo probó, se puso a llorar.

Suzy: I was a little worried. I asked, “Is everything okay?” He asked me to come over to him, and then he held my hands. He said he couldn’t believe that I made this mantecado. It was so great that it took him back to Cuba. And I thought, “That’s what I do, I sell memories. I let people taste the past again.” It makes me cry when I remember it!

Diana: Hoy en día, gracias a lugares como Azúcar, las fachadas tapiadas de las tiendas de la Calle Ocho quedaron atrás. El tercer viernes de cada mes, la música cubana en vivo llena las calles y las tiendas permanecen abiertas hasta tarde mientras la gente se pasea por Calle Ocho, disfrutando de la cálida noche de Miami.

Suzy: It’s so great to see everybody outside, walking, talking, smoking their cigars, and laughing. I love the sweet smell of ice cream cones that comes from my shop. When I walk down Calle Ocho now, I smile and I think, “Wow, we built a very beautiful neighborhood.”

Diana: Suzy Batlle ya tiene tres sucursales de Azúcar; dos en Miami y una en Dallas, Texas; y forma parte de la junta directiva de Viernes Culturales en Little Havana.

Nuestra primera protagonista, Nicole Valls, vive en Miami, donde trabaja como vicepresidenta de operaciones en Valls Group, la empresa fundada por su abuelo hace más de cincuenta años.

Este episodio fue producido por Maya Kroth, una periodista en Atlanta, Georgia.

Gracias por haber escuchado “Relatos en inglés”. Nos encantaría saber qué te pareció este episodio. Puedes enviarnos un correo electrónico a podcast@duolingo.com, o también puedes enviarnos un mensaje de audio por WhatsApp al +1-703-953-93-69.

“Relatos en inglés” es una producción de Duolingo y Adonde Media. Puedes encontrar el audio y una transcripción de cada episodio en podcast.duolingo.com. También puedes seguirnos en Spotify o tu plataforma preferida. Yo soy Diana Gameros. Thank you for listening!

Créditos

Este episodio incluye grabaciones de www.freesound.org y Archive.org bajo la licencia de Creative Commons Attribution License.

Este episodio es una producción de Duolingo y Adonde Media.

Narradores y protagonistas: Nicole Valls y Suzy Batlle
Escritora del guión: Maya Kroth
Editora de transcripción: Lorena Galliot
Editora principal: Laura Isensee
Editor de audio y diseñador de sonido: Iván Cabrera
Supervisor de diseño de sonido, mezcla y masterización: David De Luca
Gerente editorial: David Alandete
Productora asistente: Caro Rolando
Coordinador de producción: Nicolás Sosa
Gerente de producción: Román Frontini
Productora ejecutiva: Martina Castro