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Episodio 46: Life in NYC - City of Dreams

Por Duolingo el miércoles 15 de junio del 2022

La historia de dos mujeres que decidieron mudarse a la ciudad de Nueva York en etapas muy diferentes de su vida.

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Transcripción

Diana: En un estudio de la ciudad de Nueva York, Rebecca Alaniz estaba rodeada de cámaras profesionales, luces brillantes y gente hermosa. Era una sesión de fotos, o photo shoot, para Revlon, una importante marca de cosméticos, que saldría en las revistas Cosmopolitan y Elle. Como estilista de moda profesional, o stylist, Rebecca había seleccionado personalmente todo lo que vestían las modelos.

Rebecca: It was the first day of a four-day photo shoot, and I was a stylist for ten models. It was a lot of work, but it was amazing. I couldn’t believe I was there, doing what I love. My dream was finally happening!

Diana: Rebecca nunca podría haber imaginado algo así solo cinco años antes, cuando se mudó a la ciudad de Nueva York desde el estado de Texas. Se había criado en un pequeño pueblo llamado Magnolia.

Rebecca: When you’re from a small town, sometimes it’s hard to imagine a life somewhere else. I never thought that moving to New York City or having my dream job was possible. But I decided to work really hard, and then my dream came true. I became a stylist for models, working for magazines I read when I was a teenager!

Diana: Welcome, les damos la bienvenida a “Relatos en inglés”, un podcast de Duolingo. Soy Diana Gameros. En cada episodio podrás practicar inglés a tu propio ritmo, escuchando historias reales y fascinantes, contadas por las personas que las vivieron.

Los protagonistas hablan en un inglés sencillo y fácil de entender para quienes están aprendiendo el idioma. En cada capítulo, yo te acompañaré, para asegurarme de que entiendas todo.

En esta temporada especial del podcast, vamos a Nueva York, la ciudad que nunca duerme. En el camino, hemos conocido a algunos de los ocho millones de personas que tienen su hogar en la ciudad y hemos visitado lugares que ustedes, nuestros oyentes, siempre han soñado visitar.

En este episodio, el final de la temporada, conocemos a dos mujeres que se mudaron a la ciudad de Nueva York en etapas muy distintas de su vida.

Diana: Los viernes por la noche en Magnolia, Texas, la mayor parte del pueblo iba a ver el partido de fútbol americano de la escuela secundaria. Pero Rebecca Alaniz estaba más interesada en la moda que en el fútbol. Estaba obsesionada con lo que se llama fashion editorials: series de fotos en las revistas con vestidos de diseñadores famosos.

Rebecca: When I was 13 or 14 years old, I used my family’s computer all the time to look at fashion editorials. I didn’t even know what the word “editorial” meant, but I was really interested in telling stories with fashion. I searched online for things like “fashion” and “high fashion photos,” and I started to learn the language of the industry.

Diana: Rebecca se enamoró de la alta moda. Magnolia tenía muchos centros comerciales de descuento. Pero allí no había boutiques de moda de lujo. Así que recurría a las revistas en busca de inspiración.

Rebecca: I was looking through a magazine, and I realized that you could really tell a story with beautiful designers and models, photography, hair, and makeup. I started thinking of big, creative ideas for photo shoots. Working in the fashion magazine industry soon became my dream. But to do that, there’s really only one place to go: New York City. And that seemed impossible for me.

Diana: Una carrera en moda no le parecía realista. Así que Rebecca tomó una ruta más… práctica. Se mudó a Dallas para estudiar pedagogía en la universidad y poder trabajar como maestra de escuela.

Rebecca: I couldn’t stop thinking about my dream. I thought that maybe I could teach at a fashion school, or maybe I would be known as a teacher who loved fashion. But New York City? In my Mexican-American community in Texas, women don’t usually move out of their family’s home before getting married. Some people think it shows that you don’t respect your family. So I felt like I couldn’t move to New York.

Diana: La ciudad de Nueva York es una de las capitales mundiales de la moda. Para Rebecca era imponente. Los desfiles, la semana de la moda, las supermodelos y hasta el estilo de los neoyorquinos bien vestidos por la calle… ¡Era demasiado!

Rebecca: New York City felt like the center of the fashion world to me. And it was scary!

Diana: Pero después de la universidad, Rebecca pasó por una ruptura amorosa. Ella se lo tomó como una señal de que era hora de hacer otros cambios importantes en su vida.

Rebecca: I believe that everything happens for a reason. As someone who believes in God, I decided I needed to pray. In that moment, I knew God was telling me it was time. So, I called my mother, and I said, “Mom, I am moving to New York.” I’m lucky because my parents have always supported my dreams.

Diana: Rebecca sabía que la ciudad de Nueva York era cara, así que vendió su carro y muchas otras cosas para poder mudarse. A través de un amigo en común, se puso en contacto con alguien que tenía un subalquiler disponible en su apartamento en Manhattan. Aterrizó en la ciudad con dos maletas y nada más.

Rebecca: The apartment was in the East Village, which is an incredible neighborhood to live in when you first come to New York City. It was amazing to see all of the interesting, fashionable people walking down the street.

Diana: En el East Village, vive mucha gente de entre los veinte y treinta y tantos años de edad. El barrio es famoso por su cultura, por el arte y la moda. Mientras Rebecca se inspiraba con todo lo que la rodeaba, se adaptaba al estilo de vida acelerado de Nueva York.

Rebecca: In the beginning, it was hard. I didn’t know how to use the subway — I had to watch videos on YouTube about it! But the city also helped me become more independent. Soon, I started to feel more confident — just as confident as other New Yorkers.

Diana: Poco después de su llegada, Rebecca logró una entrevista con una agencia que podría conectarla con empleos en la industria de la moda. Era una oportunidad para poner a prueba la confianza en sí misma que había desarrollado.

Rebecca: It was one of my first days in New York City. The interview was in a big building downtown. When I walked into the office, I saw a lot of beautiful women and fashion magazines everywhere. I felt like I was in a movie.

Diana: Rebecca pensó que ya había triunfado. Y luego, de repente, la dura realidad del mundo de la moda en la ciudad de Nueva York le dio una bofetada en la cara.

Rebecca: An agent looked at my resume and saw that I didn’t have much experience. She said: “My job is to be honest. Everyone comes to New York City to be a fashion stylist. But there is a lot of competition in this industry, so you have to be the best. Right now, I can only offer you a job at a store in the mall.”

Diana: La agente le propuso un puesto en una tienda de fast fashion, o moda rápida, que hace ropa económica de forma masiva. Pero para Rebecca, era como dar un paso atrás profesionalmente; ella ya había trabajado como dependienta en Texas y si se había mudado a Nueva York, era para buscar un trabajo en la moda de lujo. La forma tajante de la agente le dejó el mensaje claro: Rebecca ya no estaba en su pequeño pueblo de Texas.

Rebecca: First, I thought, “Wow, maybe she’s right. Maybe this is the only job I can get.” But then I thought about my grandparents. They didn’t move all the way from Mexico for me to give up on my dream so easily. So, I just looked at her and said: “Thank you for your opinion, but I disagree.”

Diana: Rebecca salió de la agencia y no miró atrás. En cambio, un contacto que tenía la ayudó a conseguir un trabajo en una tienda de lujo en Nueva York. Su plan era trabajar duro y hacer contactos en la industria por el camino.

Rebecca: After I started working, my roommate told me that she met a famous stylist who needed an assistant. Immediately, I said, “Yes! I can do it!”

Diana: Los estilistas de moda son quienes eligen la ropa que van a llevar las modelos en las sesiones de fotos para las revistas, en televisión, videos o para eventos públicos. Por lo general, tienen al menos un asistente que es más joven y recién comienza su carrera.

Rebecca: So, I became an assistant to a really well-known fashion stylist. I went to my first photo shoot, and I had to fake it till I made it.

Diana: Fake it till you make it, o “finge hasta que lo logres”, es una expresión que significa que alguien actúa con confianza y seguridad ante un nuevo reto hasta que finalmente tiene éxito. Si bien el puesto de asistente de moda era un comienzo emocionante para poder cumplir su sueño, Rebecca aún necesitaba para sus gastos, así que mantuvo el trabajo de dependienta en la tienda de lujo. Su jefa dijo que la cubriría cuando se fuera a hacer encargos con el estilista de moda.

Rebecca: This manager was also from a small town, so she really tried to help me with my dream. She said, “If you need to leave work, just text me, and I’ll come in and work for you.”

Diana: Como asistente de moda, Rebecca ayudó a organizar sesiones de fotos, coordinar con modelos, preparar guardarropas y cualquier otra cosa que necesitara el estilista de moda. Trabajó muchas horas e incluso aceptó quedarse sin salario por un tiempo cuando los presupuestos eran ajustados.

Rebecca: I was willing to do anything to keep working as a fashion assistant. I owned designer clothing, and I loved it, but I had to sell a lot of it to continue working towards my dream.

Diana: Después de dos años combinando ambos trabajos, Rebecca tomó la decisión de convertirse en estilista de moda. Ser freelance, o trabajar por tu propia cuenta, significaba buscar contratos con revistas y marcas de belleza para vestir modelos en sesiones de fotos.

Rebecca: Working freelance is incredibly scary in New York City, especially because rent is really expensive here. It’s a lot of work without any of the benefits of a full-time job.

Diana: Su apuesta salió bien. Había hecho una buena amiga que trabajaba en la revista Cosmopolitan y esa amiga se ofreció a hacer circular su portafolio.

Rebecca: She recommended me to someone, then that person spoke to someone else. And somehow, the right person at Hearst Magazines saw my portfolio. Hearst owns big fashion magazines like Cosmopolitan, Harper’s Bazaar, Elle, and Women’s Health.

Hearst Magazines: Hello?

Rebecca: They called me and said they wanted me to work on a photo shoot for Revlon.

Diana: El productor quería que Rebecca organizara una sesión de fotos de cuatro días con diez modelos, una labor gigantesca para una estilista joven. Una vez más, Rebecca se encontró en la posición de fake it till you make it.

Rebecca: It was going to be a very serious photo shoot, and I didn’t know how I was going to do it. When I first moved to New York City, I worked at two luxury stores and I was still friends with the managers. So, I called them and they let me come in and borrow a lot of clothing. This is not a common thing — managers usually don’t allow you to take clothing. Or they charge you a fee. But these were people who believed in me, and they let me do it.

Diana: La sesión fue un éxito. Y como resultado, Hearst la contrató durante los siguientes cinco años. Ahora diseñaba sesiones de fotos en las mismas revistas que solía admirar cuando era una niña en Texas.

Rebecca: I’ve always believed that you should respect everyone and do whatever you can to help other people. And I think that’s why my career has been so successful.

Diana: Nueve años después de mudarse a Nueva York, a Rebecca le encanta ayudar a los jóvenes que intentan entrar en la industria de la moda.

Rebecca: I moved to New York City to start a fashion career. But now, it’s also about the community I’ve met here. I want to help younger people who have similar dreams of working in fashion. New York City accepted me when I first moved here, so I want to return the generosity.

Diana: A los 67 años, Connie Ottmann también soñaba con vivir en la ciudad de Nueva York, pero por razones muy distintas. Nació y creció en Augusta, que es la capital de Maine, un estado en el noreste de los Estados Unidos. Pero siempre sintió una conexión con Nueva York.

Connie: My great-great-grandfather had a very successful business in New York City in the 1850s. So, we have some family history there. And for a long time, my youngest brother has been living in Brooklyn — a neighborhood across the river from Manhattan.

Diana: Augusta es un pueblo pequeño a unos 600 kilómetros de la ciudad de Nueva York. Connie no podía dejar de pensar que la gran ciudad la estaba llamando.

Connie: Augusta was a wonderful place to grow up, but it’s missing a lot of things that big cities have. New York City is special. I always thought it would be fun to live there. The city has a creative energy, and you can feel it in the theaters, art galleries, and museums. It’s the greatest city in the world, in my opinion.

Diana: Connie era pintora y pensaba que la ciudad de Nueva York le ofrecería inspiración. Podría conocer gente nueva en un entorno distinto.

Connie: I had to work and take care of my family, so it never felt like the right time to move to New York City. I was also afraid that I was too old for the big city. I was worried about finding a place to live and being accepted. It seemed very stressful.

Diana: En 2019, Connie se había jubilado de una larga carrera como profesora de inglés. Estaba divorciada y su hijo se había ido a la universidad en Brooklyn, donde vivía el hermano de Connie.

Connie: I was finally able to go. I was getting older, so I thought, “If I’m going to go move to New York City, I should do it now.” So I left.

Diana: En octubre de 2019, Connie se puso en acción. Se quedó con su hermana en Westchester, a unos cincuenta kilómetros de la ciudad, mientras buscaba alojamiento en Nueva York.

Connie: I could take the train right to Grand Central Terminal, which is a huge train station in the middle of Manhattan. And from there, I could go anywhere in the city. I looked at some apartments online, and I made a plan to visit them.

Diana: Connie esperaba encontrar un apartamento que tuviera espacio adicional para poder pintar. Su presupuesto era de 1200 dólares o menos por mes. La ciudad de Nueva York puede ser un lugar muy caro para vivir y en los barrios en los que Connie buscaba, ese precio significaba que tendría que compartir piso.

Connie: I was almost 70, and I couldn’t afford to live in a nice apartment by myself. I knew that it was going to be difficult to find a place to live. I was looking for apartments in Brooklyn, and I thought, “Brooklyn is such a cool place. A lot of young millennials live there. How am I going to find a roommate?”

Diana: Encontrar un lugar para vivir en la ciudad de Nueva York nunca es una tarea fácil, independientemente de la edad. Pero a Connie le preocupaba que pudiera parecerle demasiado mayor a cualquier posible compañero de cuarto.

Connie: I started emailing people who posted ads for roommates online. Most people were between 28 and 40 years old. I wrote: “I’ve always wanted to live in New York City and I’m looking for a room to rent. I’m pretty independent and easy to get along with.” I think I also mentioned that I was older.

Diana: Connie buscó en el sitio web Listings Project, que sirve para ayudar a artistas como ella a encontrar compañeros que también sean creativos.

Connie: The last time that I had a roommate, I was only 27 years old! So, I thought, “This is going to be interesting.” But meeting possible roommates was actually quite fun!

Diana: Algunos de los correos quedaron sin respuesta y un par de posibles compañeros de cuarto no funcionaron. En un lugar que visitó, la recibió una señora muy amable, pero el apartamento olía fuertemente a pipí de gato.

Connie: In another ad, two comedians were looking for a roommate. I wrote to them and thought, “Well, maybe if they live with me, they’ll have more inspiration for jokes.” But they never responded to me.

Diana: Al final, Connie se quedó con una habitación en un apartamento de Brooklyn con una archivista de museo de 32 años. Era diciembre de 2019.

Connie: It was the perfect apartment. My roommate went to work every morning, and then I was alone in the apartment all day.

Diana: Lo mejor de todo era que el apartamento tenía un estudio separado donde Connie podía pintar y escribir. Pero ella también estaba decidida a salir y ver la ciudad. Comenzó a explorar su vecindario a pie.

Connie: I often used to walk to a little Korean grocery store. They always had the best prices for vegetables. And they sold bagels too.

Grocery store clerk: Thank you!

Connie: It’s the kind of shop that is common in New York City, and I loved that it was close to my apartment.

Diana: Connie recorría la ciudad por su cuenta, aprendiendo el diseño de los barrios de la ciudad y disfrutando de la libertad de pasear.

Connie: In Maine, you have to drive everywhere. There’s really no public transportation and you can’t walk to places. One of the things I loved about being in New York City is that I usually walked five or six kilometers every day.

Diana: En sus muchas caminatas, Connie llegó a conocer a sus vecinos.

Connie: People always say that New Yorkers aren’t friendly, but I didn’t think that was true! People always gave me directions when I was lost, and they loved talking about their lives.

Diana: Connie se entregó a la ciudad y sus peculiaridades, y aprendió mucho de sí misma en el proceso.

Connie: It’s strange, but now I’m a lot more adventurous than I was when I was younger. A lot of people travel when they’re young, but not me. Instead, I did it when I was almost 70!

Diana: Cuando acabó su alquiler en mayo de 2021, Connie decidió volver a casa. Ella vive en Maine, por ahora. Pero su sentido de la aventura ha aumentado.

Connie: I really miss the city — the little shops, the bagels, the museums. I think the experience was great because now, I feel like I can do anything. I’m not afraid to travel anywhere, and I would love to go back to New York.

Diana: Connie Ottmann es bloguera y pintora en Hallowell, Maine. En nuestra primera historia escuchamos a Rebecca Alaniz, que sigue trabajando en la industria de la moda y vive en Brooklyn.

Este episodio fue producido por Madeline Gunderson.

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“Relatos en inglés” es una producción de Duolingo y Adonde Media. Duolingo es la aplicación de idiomas número uno en el mundo. Descarga la aplicación hoy mismo y, si quieres más información, ve a es.duolingo.com.

Este es el último episodio de esta temporada, pero volveremos pronto con más historias.

Los productores han sido Madeline Gunderson, Esther Honig, Laura Tillman, Stephanie Wolf y Jackie Noack. El diseño sonoro y la edición de audio estuvo a cargo de Samia Bouzid, Daniel Murcia, Iván Cabrera y Mauricio Mendoza. Supervisor de diseño de sonido, mezcla y masterización: David De Luca. Nuestra asistente de producción es Caro Rolando. Los editores han sido Stephanie Joyce y Grant Fuller. Nuestro gerente de producción es Román Frontini y el coordinador de producción es Nicolás Sosa. El gerente editorial es David Alandete y la directora ejecutiva es Martina Castro.

Puedes seguirnos en Spotify o tu plataforma preferida. Yo soy Diana Gameros. Thank you for listening!

Créditos

Este episodio es una producción de Duolingo y Adonde Media.

Narradores y protagonistas: Rebecca Alaniz y Connie Otmann
Escritora del guión: Madeline Gunderson
Editor de transcripción: Grant Fuller
Editor de audio y diseñador de sonido: Iván Cabrera
Supervisor de diseño de sonido, mezcla y masterización: David De Luca
Gerente editorial: David Alandete
Productora asistente: Caro Rolando
Coordinador de producción: Nicolás Sosa
Gerente de producción: Román Frontini
Productora ejecutiva: Martina Castro