En este episodio, dos historias de personas que encuentran comunidad en las bandas marchantes.
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Transcripción
Diana: Cuando Gaia Herrick estaba en segundo año de preparatoria, finalmente pudo hacer algo con lo que siempre había soñado: ingresó en la banda marchante, o marching band, de su escuela, una banda musical donde los músicos marchaban con uniforme, en formación y haciendo una coreografía.
Gaia: I remember the first time I put on my uniform. It was incredible!
Diana: A Gaia le encantaba cómo se veía el uniforme, con los botones dorados y las borlas. Y estaba muy emocionada con la música que iba a tocar. Aun así, al ser discapacitada, o disabled, lo que más la emocionaba era simplemente poder ser parte de la banda.
Gaia: As a disabled kid, I didn’t get to have the same experiences as everyone else, like playing sports. I couldn’t participate in a lot of team activities. I felt very isolated. And so, being able to wear a uniform and being part of a team was amazing.
Diana: Welcome, bienvenidos y bienvenidas a “Relatos en inglés”, un podcast de Duolingo. Soy Diana Gameros. En cada episodio podrás practicar inglés a tu propio ritmo, escuchando historias reales y fascinantes, contadas por las personas que las vivieron.
Los protagonistas hablan en un inglés sencillo y fácil de entender para quienes están aprendiendo el idioma. En cada capítulo, yo te acompañaré para asegurarme de que entiendas todo.
En el episodio de hoy, dos historias sobre gente que encuentra y crea comunidad a través de bandas marchantes.
Diana: Ese tipo de banda tiene raíces en las fuerzas armadas, pero hoy en día son muy comunes en desfiles de todo tipo y en los juegos de fútbol americano. Gaia recuerda ir a partidos cuando era niña en Michigan y ver la banda marchante.
Gaia: I have always been a huge fan of football…and marching bands. I remember watching them when I was a kid, and I thought they were so cool. The style and the sound of marching bands is so unique. There’s nothing like it.
Diana: Desde aquellos primeros días de verlas en los partidos de fútbol, Gaia quiso estar algún día en una banda marchante. A Gaia le encantaba la coreografía, cómo los músicos se movían todos juntos en formación, y también la música.
Gaia: I started learning how to play instruments at a really young age because my dad was a musician. He was a guitar player in a lot of different rock bands in the 90s. And then, right before I was born, my dad decided to go back to college to study music. So, he got his master’s degree and started teaching. My dad was actually my first music teacher.
Diana: Gaia aprendió a tocar la trompeta y el piano, pero finalmente se decidió por el clarinete como su instrumento principal. Tocaba en la banda de la escuela y le encantaba. Pero Gaia nació con una enfermedad que le debilita los músculos. Desde que tenía diez años, Gaia no puede caminar fácilmente por sí misma y tiene que usar una silla de ruedas, o wheelchair, la mayor parte del tiempo.
Gaia: At first, it didn’t really change anything for me except at school, everyone wanted to push me around in my wheelchair, which was nice, but also a little annoying. You can’t trust 11-year-old kids to push a wheelchair because they crash into things! I also didn’t really like to use my wheelchair, so I tried to walk as much as possible.
Diana: Casi al mismo tiempo que Gaia comenzó a usar su silla de ruedas, su escuela cerró. Gaia y sus compañeros de clase fueron reubicados en otra preparatoria local. Ella y sus padres fueron a verse con el nuevo director para hablar sobre las clases y sobre cómo se desplazaría en la escuela.
Gaia: Things did not go like we expected. My parents and I thought the principal was going to help us make a plan for me to use my wheelchair at school. Instead, the principal said, “I don’t think you can be in the school band if you’re in a wheelchair.”
Diana: Era una escuela pequeña y todos los estudiantes en la clase de banda tenían también que participar en la banda marchante. El director dijo que si Gaia no podía marchar, no podía ir tampoco a clase para aprender y seguir tocando.
Gaia: It made me really sad. I loved playing in the school band. It was my favorite class! When he said that, it made me feel like something was wrong with me.
Diana: Los padres de Gaia estaban furiosos y después de una larga pelea, el director finalmente aceptó que Gaia tomara las clases de música, pero no se le permitiría ser parte de la banda marchante. En lugar de eso, tendría que vender bocadillos en el puesto de comida durante los partidos de fútbol, mientras la banda tocaba en el campo, o field.
Gaia: It was really sad. I had to watch all of my friends on the field, which is where I wanted to be. I learned all the music, and I played it well, but I wasn’t allowed to participate. It was awful!
Diana: Debido a esa experiencia y otras igual de duras, los padres de Gaia finalmente la sacaron de la escuela. Acabó estudiando en casa por dos años. Luego, en segundo año de preparatoria, comenzó en una nueva escuela. Y de nuevo, sus papás pidieron verse con la directora y los maestros.
Gaia: I was really nervous about the meeting because I had so many problems at the other school. I hoped my new school was going to be different. When I met the band teacher, I told him that I wasn’t allowed to be in the band at my old school because of my wheelchair. And he just said, “Of course you can be in the band!” I was really happy when he said that. Music has always been my passion, and I wanted to continue doing it. My new band teacher was very kind, and that meant a lot to me.
Diana: El maestro le dijo a Gaia que podía tomar las clases de música y también ser parte de la banda marchante y tocar en ella, aunque no pudiera marchar con los compañeros.
Gaia: My band teacher had an idea: another member of the band could bring a chair onto the field so I could sit down. Then, the rest of the band marched around me, so I was included too.
Diana: La primera actuación de Gaia como miembro de la banda marchante fue antes de un partido de fútbol americano.
Gaia: I remember it was a pleasant fall day, which is rare for the state of Michigan. It was cold but not freezing, so we were comfortable in our uniforms. The smell of high school football was in the air: dirt from the field and popcorn. And my whole family was there.
Diana: Gaia estaba nerviosa y emocionada a la vez cuando entró al campo con el resto de la banda.
Gaia: It felt like the whole community was watching the game because football is really popular in my town. Everyone goes to football games. At first, I was a little nervous with all those people watching me. But I love performing. And the community was so positive. Everyone was just happy that I was there. I was happy that I was there too, playing in the band like everyone else. Being in the band was what I always wanted.
Diana: Para Gaia, esa fue la primera de muchas actuaciones en bandas marchantes.
Gaia: After that first game, so many people came to me and said, “I’m so glad that you’re in the band.” It was nice to feel needed, wanted, and accepted. It was just magical. That really helped me feel confident. That experience changed everything for me, and it helped me become the performer that I am today.
Diana: Gaia tocó en la banda durante el resto de la preparatoria y cuando fue a la universidad, pudo marchar en su silla de ruedas.
Gaia: I can’t play my instrument and move my wheelchair at the same time, so one of the other band members pushes me while I play. We have to work as a team, but it’s a lot of fun!
Diana: Una nota sobre la historia que viene a continuación. Contiene referencias al alcoholismo y violencia contra la comunidad LGBTQ. Escucha bajo tu propia discreción.
Diana: Al igual que Gaia, Marsha Stone también encontró su propia comunidad en una banda marchante. Marsha creció en Nueva York en la década de los sesenta, cuando ser abiertamente gay o lesbiana era extremadamente peligroso en los Estados Unidos.
Marsha: I knew I was a lesbian when I was very young. But because of the society that I lived in at the time, I thought I could never tell anyone my secret. In the 1960s, being gay was not only illegal, it was also considered a mental illness. As a teenager, I knew someone who had to go to a psychiatric hospital because her parents found out she was gay.
Diana: Entonces, cuando Marsha finalmente comenzó a socializar con otras personas gay, generalmente fue en lugares ocultos, como bares, fuera de la vista del público.
Marsha: The only places we could socialize were bars. And at the bar, I drank — a lot. By the time I was in my late 20s, I knew I had a problem with alcohol.
Diana: Pero Marsha sintió que si dejaba de ir a los bares, perdería su única conexión con la comunidad LGBTQ. Era difícil estar fuera del clóset, o out of the closet, en otros lugares. Es decir, ser abierta con su identidad sexual. Pero un día, en 1979, estaba caminando por Christopher Street en Manhattan, el epicentro de la vida gay en la ciudad de Nueva York en aquellos años.
Marsha: I was walking down Christopher Street and I saw people with instruments standing on the sidewalk. They were giving everyone papers that said: “Take your instrument out of the closet and join us in the New York Gay Community Marching Band…” Those people wanted to start a marching band, but they needed more musicians to join them.
Diana: Marsha se interesó de inmediato. Había tocado la trompeta en la preparatoria y su instrumento todavía estaba en el clóset, literalmente.
Marsha: I told them I played in high school, but that was more than ten years ago. They were really nice. They said it didn’t matter what my musical level was and told me I could join the band.
Diana: Al final de la conversación, Marsha había aceptado acudir al primer ensayo oficial de la banda, unos días después. Pero estaba nerviosa, el ensayo iba a ser en lo que entonces era una parte peligrosa de la ciudad.
Marsha: It was in a bad part of the city because at that time, no one wanted to rent to gay people. So, that was the only place they could find. I was in my early thirties, so I wasn’t a kid, but I felt like a kid that first night. I was so nervous about going to the first practice. So, my good friend Danny and his boyfriend drove me there.
Diana: Pero una vez que Marsha estuvo ya en el ensayo, todos sus miedos se desvanecieron.
Marsha: The practice was in a dark basement. There was a heater on the wall that was so loud that it was hard to hear the music. But it was wonderful! There were about 15 people there — men and women. And we were just so happy to be together. Everybody was friendly. And I felt free. I could finally relax for the few hours that we were there, making music together. I didn’t have to be afraid.
Diana: Después del ensayo, dos de sus nuevas compañeras de banda acompañaron a Marsha al metro, y después de aquello, todos los lunes por la noche ella apareció allí con su trompeta para practicar.
Marsha: It was the first time I played my trumpet in more than ten years, but I wasn’t nervous at all. I was just so happy to be there. We played a lot of music by the famous American composer John Philip Sousa. The music was so inspiring. I lived in a society that treated gay people badly, but being in the band made me feel like I was accepted.
Diana: Después de tres o cuatro meses de práctica, la banda estaba lista para actuar en público. Dieron algunos conciertos pequeños, y en mayo de 1980, tocó en su primer Desfile del Orgullo, o Pride Parade, en la ciudad de Nueva York. El desfile había comenzado una década antes como protesta frente a la violencia policial contra los homosexuales.
Marsha: In 1980, the band marched in the New York City Pride Parade for the first time. It was intense and powerful. I felt so free while I was marching with the band. We were telling the world that we weren’t afraid, and people were cheering. Back then, Pride parades weren’t commercialized like they are now. People were so excited and they traveled very far to be there because for that one day, they could be out of the closet, and that was very important.
Diana: Para Marsha, fue increíble ser parte de una celebración en comunidad como aquella, pero no todas las actuaciones fueron tan bien recibidas.
Marsha: We marched in parades where people threw things at us, like eggs and rocks. I was never badly hurt, but it made me remember that ignorance exists. Some people came to our parades with signs that said horrible things about gay people. It didn’t really scare me though. I mainly felt bad that they were so ignorant.
Diana: A pesar de esas experiencias, Marsha nunca se planteó dejar la banda. Cuanto más tocaba, menos iba a los bares y en 1986, se volvió abstemia, o sober.
Marsha: The band was my first sober activity, and it was the reason I stopped drinking. And as the band became bigger and people started to notice us, it made me feel good about myself and my lesbian identity. In the beginning, there were only 15 people in the band, then it was 30, then it was 40, then it was 50. It just continued growing!
Diana: La banda viajaba fuera de la ciudad de Nueva York para tocar en desfiles en otras ciudades más pequeñas. Y allí, Marsha pudo ver el impacto que tenían en las personas.
Marsha: Sometimes people saw our sign that said “New York Gay Community Marching Band,” and they looked really disapproving and unhappy, like they didn’t want us to be there. And then they heard us play, and suddenly, the little kids in the crowd started dancing. Then everyone started smiling because we all love music. It created a connection between our communities. And I think that’s a very important thing.
Diana: Marsha Stone sigue tocando música. Hoy en día, la Banda de la Comunidad Gay de Nueva York, cuyo nombre oficial ahora es Lesbian & Gay Big Apple Corp, tiene más de 250 miembros y ha tocado en lugares famosos como el Carnegie Hall y en dos ceremonias de toma de poder del presidente.
Nuestra primera narradora, Gaia Herrick, es estudiante de último año en la Universidad Central de Michigan, donde toca el saxofón en la banda marchante.
Este episodio fue producido por el equipo de Adonde Media.
Gracias por haber escuchado “Relatos en inglés”. Este es nuestro último episodio de esta temporada, pero volveremos pronto con más historias.
Diana: En la próxima temporada viajaremos a la ciudad que nunca duerme: Nueva York. Y queremos saber: Si tuvieras la oportunidad de viajar a Nueva York, ¿qué sería lo primero que quisieras ver o hacer? Puedes enviarnos un correo electrónico a podcast@duolingo.com, o un mensaje de audio por WhatsApp al +1-703-953-93-69.
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“Relatos en inglés” es una producción de Duolingo y Adonde Media. El diseño sonoro, musicalización y mezcla estuvieron a cargo de Samia Bouzid, Mauricio Mendoza y Daniel Murcia. Masterización a cargo de David De Luca. Nuestra asistente de producción es Caro Rolando, la editora es Stephanie Joyce. Nuestro gerente de producción es Román Frontini, el gerente editorial es David Alandete y la directora ejecutiva es Martina Castro. Puedes seguirnos en Spotify, Apple o tu plataforma preferida. Yo soy Diana Gameros. Thank you for listening!
Créditos
Este episodio es una producción de Duolingo y Adonde Media.