Spanish French Inglés Inglês

Episodio 35: Ice Hockey (Hockey sobre hielo)

Por Duolingo el miércoles 02 de febrero del 2022

En este episodio, dos historias de personas que viven el hockey con pasión.

¿Te interesa saber cuál es tu nivel de inglés? ¡El Duolingo English Test es una forma conveniente, rápida y accesible de descubrirlo! Haz el examen de prueba gratis y revisa tu resultado.

Escúchanos en

Suscríbete y escúchanos gratis en Spotify o donde prefieras escuchar tus podcasts.

Transcripción

Diana: Era el tercer tiempo, o period, de las semifinales de hockey en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980 y el corazón de John Harrington latía más rápido que de costumbre. Con solo diez minutos para el final del partido, su equipo, la selección de los Estados Unidos, estaba empatado tres a tres con la Unión Soviética.

John: The Soviets were the best! They were the top team in the world, and they showed their talent over and over during big competitions like the World Championship and the Olympics. But our coach told us to be confident. He reminded us that playing in the semi-finals was an amazing opportunity, and that we could win.

Diana: John sabía que fuera lo que fuera que sucediera en los próximos minutos, su vida cambiaría para siempre, y sería algo de relevancia mundial. Después de todo, era la Guerra Fría, y para muchos, ese enfrentamiento deportivo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética era mucho más que un simple juego de hockey…

John: We were trying to pay attention to the game, but the audience was so loud. It was amazing! Everyone was standing and cheering. The whole crowd was so excited.

Diana: John sintió como si todo el país estuviera con la mirada puesta en él, y de hecho, lo estaba.

John: I was so nervous. I felt like there were butterflies in my stomach. But that’s what I love about sports. They’re exciting and stressful.

Diana: Welcome, bienvenidos y bienvenidas a “Relatos en inglés”, un podcast de Duolingo. Soy Diana Gameros. En cada episodio podrás practicar inglés a tu propio ritmo, escuchando historias reales y fascinantes, contadas por las personas que las vivieron.

Los protagonistas hablan en un inglés sencillo y fácil de entender para quienes están aprendiendo el idioma. En cada capítulo, yo te acompañaré, para asegurarme de que entiendas todo.

En el episodio de hoy, dos historias sobre personas que viven intensamente la gloria y el dolor del hockey.

Diana: John creció en el estado de Minnesota, donde el hockey es parte de la cultura local.

John: In northern Minnesota, everyone played hockey. And so, I fell in love with the game at a really young age. My hero was a hockey player from my hometown. My friends and I wanted to be like him. He was so good that he played with the 1976 Olympic hockey team. And that’s when I started thinking that I wanted to do the same thing one day.

Diana: John jugó hockey durante la escuela secundaria y la universidad. Y en su último año de universidad, el sueño de su vida se hizo realidad: tuvo la oportunidad de participar en las pruebas de selección para el equipo olímpico.

John: I knew that I had to work hard and be prepared. I wasn’t sure I was good enough to be on the Olympic team — and that motivated me. It made me work harder. My coach at the time helped me a lot — he made me a better skater.

Diana: El día de las pruebas, o tryouts, John pisó el hielo ya con nervios. Había ochenta jugadores entrenando y solo una veintena de puestos de titular.

John: Some players at the tryouts were really good. Everyone knew who they were. And I knew they were definitely going to be on the team. Other players, like me, needed to play really well during tryouts to make the team. I knew I could play well enough, but… was I going to? I didn’t know.

Diana: Cuando se publicó la lista final de seleccionados, John vio su nombre en ella. No podía creerlo. ¡Iba a competir en los Juegos Olímpicos!

John: I was so excited to be on the team, but I also knew we had a lot of work to do before the Olympics. We didn’t have a lot of experience. Most players on the team were around 22 years old. Everyone said, “This team is too young. They are kids, and the guys on the other teams are men.” We were trying to be optimistic, but we had to be realistic too. No one expected us to win the gold medal.

Diana: Al llegar a las Olimpiadas de 1980, el equipo de hockey de los Estados Unidos no había ganado una medalla de oro en dos décadas. Y la Unión Soviética había ganado el oro en todos los Juegos Olímpicos desde 1964; eran los favoritos. Y en la semana anterior a los Juegos Olímpicos, el equipo de los Estados Unidos había perdido diez a tres en un partido amistoso contra los soviéticos.

John: We lost that game so quickly. The Soviets were such an amazing team. They weren’t just good at playing hockey — they were great athletes. They were the best!

Diana: Habría sido fácil desanimarse después de aquel partido amistoso, pero John trató de tomárselo como un calentamiento.

John: We knew we were going to play against the Soviets in the Olympics. So that game was actually really good for us. Because we learned a lot about the Soviet team.

Diana: Los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980 se llevaron a cabo en una pequeña ciudad llamada Lake Placid en el estado de Nueva York. Tan pronto como John llegó a la ceremonia de apertura, dejó de preocuparse tanto por si su equipo iba a ganar o no. Estaba emocionado de estar allí.

John: I saw all of the flags and the fans, and it was exactly how I imagined it. The opening ceremonies were so exciting, and I was proud to wear a USA uniform. When our team walked out, the crowd started cheering and going crazy.

Diana: En el primer partido después de la ceremonia de apertura, el equipo de los Estados Unidos se enfrentó a Checoslovaquia. Se esperaba que perdieran; Checoslovaquia era uno de los mejores equipos del mundo.

John: Everyone was standing and cheering during the whole game. It was so loud, and it felt good to have the support of the fans. It was like they were part of the team. In the end, we beat the Czech team. The score was seven to two. Then we realized that we might actually be able to win a medal.

Diana: Sin embargo, para ganar una medalla olímpica, el equipo de los Estados Unidos tendría que ganarle al soviético; y John no estaba seguro de que eso fuera posible. La mayoría de los jugadores soviéticos eran medallistas profesionales; y John y su equipo eran un grupo de jóvenes que apenas habían salido de la universidad.

John: Our coach really motivated us. He was confident, and that made us confident too. Before the game, he told us, “They’re an older team. We’re younger. We’ve got better legs, and we can win.” He reminded us that we had an amazing opportunity. It was so exciting for us! I loved the challenge of competing against a better team — that’s why I wanted to play.

Diana: El día del partido, John se aseguró de presentarse bien temprano en la pista de hielo.

John: I was always the first player out on the ice. I was just so excited — probably too excited! But I was ready.

Diana: Desde el principio, el partido estuvo muy parejo. Los soviéticos anotaron primero, pero el equipo de los Estados Unidos rápidamente empató, o tied. Hay tres tiempos en el hockey y al final del primero, el marcador estaba dos a dos.

John: It was amazing that the game was tied, but then the Soviets scored a goal, and the score was three to two. Later, in the second period, I tried to score a goal, but I missed. That was a really hard moment for me. I was really disappointed in myself.

Diana: John quería desesperadamente compensar ese gol perdido. A sólo diez minutos del final del partido, el equipo de los Estados Unidos estaba empatado: tres a tres.

John: We really felt like we could win. We just needed an opportunity to score. There was so much pressure in that moment.

Diana: Entonces John vio una oportunidad para que uno de sus compañeros de equipo anotara, así que le pasó el disco, su compañero de equipo disparó, ¡Y anotó! El partido estaba ahora cuatro a tres, con los Estados Unidos a la cabeza.

John: During the last ten minutes of the game, I tried not to look at the clock because it felt like time stopped. But we believed that we could win. And our coach kept saying, “Play your game. Don’t change the way you’re playing because of the time or the score.”

Diana: En los últimos segundos del juego, la porra estadounidense estaba enloquecida. No se habían imaginado que su equipo pudiera ser favorito. Y aquí estaban, a punto de vencer al mejor equipo del mundo, en un momento de la historia en el que Estados Unidos y la Unión Soviética estaban en plena Guerra Fría.

John: We won the game! It was incredible. The crowd was going crazy. Our team couldn’t believe it. We beat the Soviets! It was amazing. I didn’t want to go to sleep that night because I was scared that it was all a dream.

Diana: Pero el torneo aún no había terminado. Estados Unidos todavía tenía que vencer a Finlandia para ganar el oro.

John: If we didn’t win the game against Finland, we might not win a gold medal. So, even though we had beat the best team in the world, we were still very nervous.

Diana: Pero John y su equipo ¡ganaron de nuevo! Los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980 fue la última vez que el equipo masculino de hockey de los Estados Unidos ha ganado una medalla de oro olímpica.

John: Many years later, I’m still so proud of our team. It was an amazing thing. It was a miracle, because no one expected us to win.

Diana: Los jugadores suelen recibir toda la atención en el hockey, como en la mayoría de los deportes. Sus nombres se imprimen en camisetas y sus caras aparecen en pancartas, pero el partido no sería posible sin las otras personas en el hielo: los árbitros, o referees.

Dan Sepe es consciente de que ser un árbitro en la pista de hielo no es glamuroso, pero sí importante. Él se crió en la provincia de Ontario en Canadá, donde el hockey es el deporte de invierno más popular. Comenzó a jugar cuando tenía apenas cinco años.

Dan: When I was a kid, hockey was really important to my family. We didn’t watch basketball or football on TV — just hockey. There was no other option. Everyone in my neighborhood loved hockey too. We played on the ice in the winter, and in the summer we played on the road, or even on tennis courts.

Diana: El hockey es tan popular en Canadá que puede ser difícil encontrar espacios de tiempo en las pistas para practicarlo. Así que Dan a menudo tenía que practicar muy temprano por la mañana los fines de semana. Aun así, era feliz cuando jugaba. Le encantaba la sensación de formar parte de un equipo.

Dan: When we were kids, each neighborhood had their own hockey team, and each team had their own leather jackets. So, people knew which team you played for just by looking at your jacket.

Diana: Desde niño, Dan soñaba con jugar hockey profesionalmente. Pero cuando tenía dieciséis años, se dio cuenta de que no era lo suficientemente bueno como para formar parte de los equipos de élite. Al mismo tiempo, su papá le dijo que necesitaba conseguir un trabajo. Así que decidió tomar un curso para aprender a ser árbitro.

Dan: After I finished my training, I started to referee local games for five and six-year-old kids. I didn’t know what to expect, but I really enjoyed it. Each game was an hour long, and I did nine or ten games each week.

Diana: Los partidos infantiles eran entretenidos, pero no eran algo demasiado serio. Durante los siguientes siete años, Dan se abrió camino, tomó más cursos y comenzó a arbitrar juegos más competitivos.

Dan: When I started refereeing, I didn’t want to work in professional hockey. But I met a lot of people during those first seven years. They became some of my best friends in life, and they motivated me to go farther in my career.

Diana: En septiembre de 2012, Dan tuvo la oportunidad de ponerse a prueba como árbitro de la Liga de Hockey de Ontario, o OHL, como se la conoce por sus siglas en inglés. Se trata de una liga muy competitiva. Muchos jugadores de esa liga pasan a jugar en la Liga Nacional de Hockey, en Canadá y los Estados Unidos. Para los árbitros, entrar en la Liga de Hockey de Ontario es una gran oportunidad.

Dan: I wasn’t nervous the night before the tryout, and I slept well that night. But the next morning, I was anxious. The game started at 7:00 pm, so I started getting ready at 4:00 pm. While I was packing, I got really nervous. I always pack my bag the same way for good luck. I put my skates in first, at the bottom of the bag. Then I put in everything else. It’s a small thing, but it helps me feel calm.

Diana: Los preliminares eran en un estadio, o arena, en una pequeña ciudad llamada Barrie. Dan era uno de los cuatro árbitros.

Dan: When I first arrived, it was very surreal. It felt different than a game at a local arena. There were thousands of seats. Everything sounded different, too. In a kids’ game, the building is small, so all you hear is the hockey game. But in an OHL arena, it’s so big and there’s so much noise from people talking, cheering, and ordering food — and there’s always kids jumping around.

Diana: Antes del partido, Dan se unió a los jugadores y otros árbitros en la pista de hielo para calentar, o warm up.

Dan: I was nervous because it was all new to me, and I didn’t know what to expect. Then I thought to myself, “Wow, if this is how I feel during the warm up, how will I feel during the game?”

Diana: Dan había jugado muchísimos partidos de hockey, pero se sentía fuera de lugar en este estadio tan grande. Y además, era obvio que era un primerizo, pues no llevaba el casco, o helmet, con patrocinios que llevaban todos los demás.

Dan: One coach said, “Hey, are you supposed to be here? Why are you wearing that helmet?” Then I noticed that everyone was wearing a special type of helmet. I didn’t feel like I was part of the group.

Diana: Pero a pesar de que no sentía que encajaba, Dan sabía que tenía que hacer bien su trabajo. Entonces, cuando comenzó el partido, trató de enfocar su atención en no hacer una marcación, o call, equivocada.

Dan: Hockey referees have to move around on the ice a lot. You try to predict what will happen in the game. You need to know where to be, how to get there, and you have to make sure that you see everything clearly. If you aren’t in the right place at the right time, you’ll probably make the wrong call.

Diana: Pero Dan rápidamente descubrió que en la Liga de Hockey de Ontario, el partido va muy rápido. Igual de rápido que el disco, o puck.

Dan: The players are fast, and they don’t stop to think. They know where to go, and they pass the puck quickly. Even if you’re a really fast skater, you’re not faster than a moving puck. That’s why referees have to predict what the players will do next, and I needed to show that I could do that.

Diana: Uno de los momentos más angustiantes para Dan fue cuando tuvo que dejar caer el disco para algo que se llama the faceoff, un “cara a cara”. En el descanso, o después de que alguien marca un gol, el árbitro deja caer el disco entre dos jugadores de los equipos rivales para reiniciar el partido.

Dan: The players are looking at the puck, and they’re waiting for the referee’s hand to move. As soon as it moves, the players are immediately ready to take the puck. I started to worry that I wasn’t holding the puck in the right place. I just wanted to make sure that it was fair for both teams. That’s the job of the referee.

Diana: Durante cada descanso, Dan hablaba con uno de los otros árbitros para preguntarle si estaba haciendo algo mal.

Dan: He said I was doing everything right, and he told me to relax and stop worrying. He was very experienced, and he knew what he was doing, so I started to feel more confident.

Diana: Cuando el partido finalmente terminó, Dan no podía creer que lo había logrado.

Dan: I had to make a few difficult calls, but it was a pretty calm game. Nothing crazy happened.

Diana: Dan sintió que había hecho un buen trabajo, pero todavía no estaba seguro. ¿Le iban a ofrecer un lugar fijo en la Liga de Hockey de Ontario?

Dan: When I stepped off the ice, the official who helped me took a puck from the game and wrote “First OHL Game” on it. He gave it to me and said, “Congratulations!” I got the job! It felt amazing. It’s a moment that I’ll always remember.

Diana: Dan pasó a ser árbitro de la OHL durante seis años. Todavía tiene el disco de su primer partido de la Liga.

Nuestro primer narrador, John Harrington, volvió a jugar para el equipo de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 1984. Hoy, es el entrenador del equipo de hockey femenino de la Universidad del Estado de Minnesota.

Este episodio fue producido por Amanda Cupido, una productora de podcasts con sede en Toronto.

Gracias por haber escuchado “Relatos en inglés”. Nos encantaría saber qué te pareció este episodio. Puedes enviarnos un correo electrónico a podcast@duolingo.com, o también puedes enviarnos un mensaje de audio por WhatsApp al +1-703-953-93-69.

“Relatos en inglés” es una producción de Duolingo y Adonde Media. Puedes seguirnos en Spotify o tu plataforma preferida. Yo soy Diana Gameros. Thank you for listening!

Créditos

Este episodio es una producción de Duolingo y Adonde Media.

Narradores y protagonistas: John Harrington y Dan Sepe
Escritora del guión: Amanda Cupido
Editora de transcripción: Stephanie Joyce
Mezclado por: Daniel Murcia
Diseño de sonido: Daniel Murcia
Ingeniero en masterización: David De Luca
Gerente editorial: David Alandete
Productora asistente: Caro Rolando
Gerente de producción: Román Frontini
Productora ejecutiva: Martina Castro