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Episodio 16: The Power of Protest (El poder de la protesta)

Por Duolingo el miércoles 07 de abril del 2021

En este episodio, contamos la historia de dos personas tratando de convencer a otros sobre el poder de organizarse.

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Transcripción

Diana: Una tarde de septiembre del 2006, Bill McKibben comenzó una marcha de cinco días por el estado de Vermont, en el norte de los Estados Unidos, acompañado por un pequeño grupo de amigos. Su objetivo era exigir acción política sobre el cambio climático, o climate change e invitaron a todos los que quisieran unirse a ellos.

Bill: I really wanted to do something about climate change. So, I organized a march across Vermont. At first, it was just me and a few friends. But by the time we arrived in the city of Burlington, there were about 1,000 people marching. That’s a big crowd for Vermont!

Diana: Fue la primera vez en que Bill organizó una manifestación… y lo vivió como un gran triunfo.

Bill: When you organize a protest, you always wonder: “Will anyone come? Will we have to march alone?” If no one comes, it can seem like no one cares about the cause. Well, enough people came to our protest. It was very successful.

Diana: Al día siguiente, un periódico de su ciudad publicó una noticia que describía la marcha como la protesta contra el cambio climático más grande en la historia de los Estados Unidos. Para Bill eso no era motivo para celebrar.

Bill: A thousand people was the biggest climate protest in U.S. history? It was very depressing to read that! I realized that we needed to do a lot more to stop climate change. We needed to demand that our politicians change laws. And so, after that march, we decided that it was time to build a movement.

Diana: Welcome, bienvenidos y bienvenidas a “Relatos en inglés”, un podcast de Duolingo. Soy Diana Gameros. En cada episodio podrás practicar inglés a tu propio ritmo, escuchando historias reales y fascinantes contadas por las personas que las vivieron.

Los protagonistas hablan en un inglés sencillo y fácil de entender para quienes están aprendiendo el idioma.

Hoy: dos historias sobre el poder que tiene el derecho de… manifestarse. Manifestarse es un derecho constitucional en los Estados Unidos y ha sido extremadamente importante, por ejemplo, para que las mujeres obtuvieran el derecho al voto… y también para poner fin a la segregación racial.

Diana: Bill McKibben aprendió desde muy joven que la gente tiene poder cuando toma las calles. Él fue a su primera protesta cuando tenía solo once años.

Bill: The first protest I ever saw was in 1971, against the Vietnam War. I lived in the town of Lexington, in the state of Massachusetts. A group of Vietnam War veterans wanted to protest, so they asked permission to camp in the park in Lexington. But the town leaders said, “No!” And so 500 people from Lexington, including my very gentle and polite father, joined the protestors. They were arrested in the park that night.

Diana: Bill se asombró al ver a su padre y a tanta otra gente común y corriente defendiendo sus creencias, incluso ante el riesgo de ser detenidos. Y aunque esa única protesta no puso fin a la guerra, fue la semilla de un movimiento que finalmente obligó al entonces presidente, Richard Nixon, a retirar las tropas de Vietnam.

Bill: After that day, I understood that patriotism and protesting against the government could be the same thing.

Diana: Pero muchos años después, cuando Bill empezó a preocuparse por el cambio climático, no pensaba precisamente en protestar en las calles. Después de ir a la universidad, se convirtió en periodista… y en 1989, escribió el primer libro que explicaba el cambio climático a una audiencia general…

Bill: I was reading about climate change while writing the book. And I realized: this is the most important story in the world. At that time, the idea of climate change was new. But it was clear that our planet was in trouble and we needed to take action. So, from the beginning, I was both a journalist and an advocate.

Diana: Durante años, Bill se convirtió en defensor o advocate de la lucha contra el cambio climático, primero escribiendo libros y artículos. Él pensaba que si la gente tenía más información sobre el problema… entraría en acción. Pero luego, a principios de la década de los 2000, hizo un viaje de trabajo a Bangladesh.

Bill: A lot of people were sick with dengue fever, a virus caused by mosquitoes. Because of climate change, the world was becoming warmer and mosquitoes were appearing in new places. On that trip, I visited clinics full of people who were dying. It was so unfair. Climate change was hurting so many people. I knew it was time to do more than just write.

Diana: Después de ese viaje, a Bill se le ocurrió la idea de la manifestación en Vermont. Y decidió que se necesitaban muchas marchas y protestas en todo el mundo para exigir que los gobiernos impusieran duras restricciones a las emisiones de gases de efecto invernadero del combustible fósil o fossil fuel.

Bill: The fossil fuel industry was so powerful that it was able to stop action on climate change. But we needed the government to put restrictions on the fossil fuel industry! So, we had to build a movement to change the way that people think about the world. We decided to do that by going out into the streets, where people could see us.

Diana: Bill y un grupo de estudiantes de una universidad de Vermont crearon un grupo al que llamaron 350.org (tres cincuenta punto org). El número que usaron en el nombre es el de la concentración más alta de dióxido de carbono en la atmósfera que los científicos consideran segura para los humanos.

Bill: We called our organization 350 to remember something very important: The amount of carbon dioxide in the atmosphere needs to be a lot lower. Otherwise, humans will not be able to live on the Earth.

Diana: El objetivo principal del grupo era sacar a la gente a las calles para exigir acciones, en preparación para la cumbre sobre el cambio climático del 2009 en la ONU. Antes de la cumbre o summit, el Secretario General de la ONU dijo que esperaba que se llegara a un acuerdo global para que los países miembros redujeran sus emisiones.

Bill: I knew that nothing would change at that climate summit. There wasn’t a big movement yet, so politicians weren’t trying to stop climate change. But we had to start somewhere. We organized over 5,000 protests in 181 countries! That was the beginning of global activism for climate change. I felt so optimistic!

Diana: Tal como Bill predijo, durante la cumbre los líderes mundiales no llegaron a ningún acuerdo para actuar conjuntamente contra el cambio climático. Pero el movimiento siguió creciendo. Luego, en el 2014, Bill vio otra oportunidad para aumentar la presión sobre los políticos. La ONU había convocado otra cumbre sobre el cambio climático, esta vez en Nueva York.

Bill: By 2014, scientists realized that the effects of climate change were much worse than they predicted. And we didn’t have much time to change this. We wanted to make our movement so big that politicians couldn’t ignore climate change anymore. So, we asked everybody to come to a big march in New York.

Diana: El 21 de mayo, Bill publicó un artículo de opinión en la revista Rolling Stone, convocando a la gente para manifestarse en Nueva York durante la cumbre. Pero al igual que antes de aquella primera marcha en Vermont, no sabía cuántas personas asistirían.

Bill: You never know how many people will come to a march. If only 30 or 40 thousand people come, it looks very small. And it seems like not many people care about climate change. We thought we needed at least 100,000 people to make the world pay attention.

Diana: Cien mil personas. Un número… enorme… especialmente teniendo en cuenta que solo ocho años antes, una marcha de 1000 personas por Vermont había sido la marcha más grande contra el cambio climático en toda la historia de los Estados Unidos.

Bill: More than 1,000 groups helped organize the march. Many of them were small, like churches and synagogues. And on the day of the march, it all went very well. We walked from Central Park to Times Square, right in the center of New York City. So many people came! We had a huge crowd of around 400,000 people. There were students, parents and their children, older people. People of all backgrounds and religions. At that time, it was the biggest march for climate change ever. And one of the biggest protests in U.S. history! We had come a long way since that first march in Vermont! I felt so happy about the number of the people who showed up.

Diana: Unos días después, Barack Obama, en ese entonces presidente de los Estados Unidos, dio un discurso en la cumbre climática.

Bill: In his speech, he said: “Our citizens keep marching. We cannot pretend we do not hear them. We have to answer the call.”

Bill: We still have to work faster to slow climate change. But now, finally, there are political leaders who are trying to help. We will continue protesting to make them work faster, but at least we have the world’s attention now.

Diana: Jermaine Guinyard nunca había pensado en organizar una protesta… al menos no hasta mayo del 2020. Fue entonces cuando Jermaine vio por primera vez el video del asesinato de George Floyd… Este video mostraba cómo un agente de policía de raza blanca en la ciudad de Minneapolis, en Minnesota, hincaba durante ocho minutos la rodilla sobre el cuello de Floyd, un hombre de raza negra… Floyd murió…

Jermaine: To this day, I haven’t watched the whole video. I only watched about six minutes of it, and it made me feel sick. The whole time I was watching the video, I knew I had to do something. I was angry. I was disgusted. I wasn’t sure what I could do, but I just knew I had to do something.

Diana: Jermaine es también de raza negra, y esta no era la primera vez en que sentía indignación por la muerte de una persona desarmada a manos de la policía. Pero sí fue la primera vez que sintió que personalmente tenía que hacer algo.

Jermaine: I kept asking myself: “What should I do?” My wife said I should organize a protest, but I had no idea how to do that.

Diana: Jermaine no solo no había organizado nunca una protesta… también era el único hombre de raza negra en todo su pueblo… una pequeña localidad de 1000 habitantes llamada Harvard, en el estado de Nebraska.

Jermaine: Most people in Harvard are white. There’s a small Mexican population, but me and my kids are literally the only Black people in the town. And there is a history of racism toward Black people in Harvard. The KKK used to be here. There’s evidence that the KKK was active in the state of Nebraska until the 1960s.

Diana: El Ku Klux Klan, o KKK por sus siglas en inglés, es un grupo terrorista doméstico que defiende el supremacismo blanco. Es responsable de decenas de asesinatos de personas negras en los Estados Unidos y de muchos delitos de odio por motivos racistas en los últimos 150 años. Ese grupo terrorista ha tenido presencia no solo en Harvard, sino en todos los Estados Unidos. Jermaine no es originalmente de Harvard; creció en San Diego, una ciudad grande del sur de California.

Jermaine: There are so many different cultures and people of different races in San Diego. I’ve met Ethiopians, Samoans, Asians, Pacific Islanders, Mexicans, and Cubans there. Racism exists there, but you don’t think about it as often. So, for me, San Diego feels very different from a small town like Harvard.

Diana: Jermaine se mudó por primera vez a Nebraska para jugar fútbol americano en una universidad de allí a principios de la década del 2000. En ese estado muchas veces sintió que era la única persona de raza negra. Y probablemente no se hubiera quedado en Nebraska si no hubiera conocido a su esposa, Rosa… cuya familia es de ascendencia mexicana… y de Harvard.

Jermaine: I stayed in Harvard because of my wife and her family. I liked the way the people in her family cared about each other. Family was everything to them, and I really wanted to be a part of that.

Diana: Jermaine consiguió un trabajo como profesor de educación física en una escuela preparatoria y comenzó a entrenar equipos deportivos en la ciudad. La gente en su mayoría era amable con él, pero a veces sufrió racismo y discriminación. Él se acuerda de una vez, justo después de mudarse a Harvard, cuando estaba con su hija en la calle.

Jermaine: In that part of Harvard, there was no sidewalk. I thought it was too dangerous to walk in the middle of the road. I was with my daughter at the time, so I walked pretty close to someone’s yard. The guy in the house shouted at me to get off his grass, and he called me the N-word.

Diana: The N-word, “la palabra que empieza con N”… es un término en inglés que es tan insultante y dañino que muchos sólo se refieren a él usando la letra por la que empieza. Es un insulto racista que se originó durante la época de la esclavitud en el continente americano. Es una palabra que deshumaniza, y cuando la emplean personas que no son negras, se considera un acto de violencia. A Jermaine le repugnó que aquel hombre lo llamara de ese modo.

Jermaine: Things like that were really difficult. But I wanted to stay in Harvard because I loved my job as a coach and because it was my kids’ home. Otherwise, I would have left.

Diana: Al final, Jermaine y Rosa se quedaron en Harvard. Tuvieron cinco hijos más y tiempo después Jermaine se hizo famoso en la ciudad por su trabajo como entrenador. Coach G. es el apodo que le dieron sus estudiantes.

Jermaine: To the kids, I was just Coach G., not a Black man. Sometimes, they invited me to meet their parents. And that made people change their minds. In my experience, white communities often negatively stereotype Black people. But as a football coach, I got to speak to people in my community, and they saw that the stereotypes were wrong.

Diana: Pero a pesar de que Jermaine se iba sintiendo más aceptado en Harvard… siempre era plenamente consciente de ser un hombre de raza negra en un lugar muy blanco… especialmente cada vez que llegaban noticias de que la policía había matado a otra persona negra desarmada.

Jermaine: Police violence has been happening for a very long time — long before people could easily record it on their phones. As Black people, we’ve tried to get others to pay attention to this for years. But it felt like no one would listen.

Diana: Tras la muerte de George Floyd, Jermaine decidió que debía hacer algo. Y no fue el único. En todo Estados Unidos y el resto del mundo, millones de personas salieron a la calle a protestar y pedir el fin de la brutalidad policial. Después de que Jermaine decidiera organizar una protesta, el siguiente paso fue averiguar cómo hacer que se corriera la voz.

Jermaine: I didn’t use social media — no Facebook, nothing. I thought, “How can I organize this protest if I only have a phone and 50 contacts?”

Diana: Pero entre esos contactos telefónicos había gente que conocía a más gente. Uno de los trabajos de Jermaine en Harvard había sido como entrenador de fútbol americano en la escuela secundaria. Fue entonces cuando se le ocurrió pedir ayuda a los chicos a los que él había entrenado.

Jermaine: So I called David Reazola who is somebody I used to coach. He was really upset about George Floyd too. I told him that I wanted to organize a protest, but I needed his help. He was really happy to help.

Diana: Jermaine le dijo a David que la protesta sería esa noche, frente al Ayuntamiento. Y David se puso a trabajar… invitó a otro deportista con muchos amigos y al pastor de la iglesia local, que conocía a mucha gente y siempre había sido un defensor de las personas marginadas en Harvard. Y así, se corrió la voz.

Jermaine: But I still wasn’t sure if anyone was going to come. I called David that morning, and at 6:40 that evening, we met on the steps of City Hall. It was just us two. He wanted to have the protest, even if no one else came.

Diana: A las 6:45 aparecieron tres personas más. A las 6:50, cinco más.

Jermaine: And then, by about 6:58 p.m., everyone started coming. It was amazing! By 7:00 p.m., there were around 70 to 100 people there. That’s a lot of people in a small town!

Diana: Significó mucho para Jermaine que tanta gente apoyara la protesta.

Jermaine: As I said, I’m the only Black person in the city, so it wasn’t a bunch of Black people at this protest. Some people were really upset about the murder of George Floyd, and others said they had a lot of respect for me and for what I was trying to do. Either way, it was cool.

Diana: No fue solo la cantidad de personas que se presentaron lo que sorprendió a Jermaine. También fue el hecho de que había muchas personas que él nunca imaginó vendrían a una protesta racial.

Jermaine: The chief of police, Wayne Alley, came to support the protest… In a speech, he denounced police brutality.

Diana: Otras sorpresas no fueron tan positivas.

Jermaine: Some administrators at the local public school came to the protest. These same people didn’t do anything when my daughter experienced racism at the school. So, when I saw them at the protest, I thought, “Wow. That’s kind of ironic.”

Diana: Pero eso no le impidió a Jermaine dar un discurso sobre lo que la manifestación significó para él y lo que él esperaba que la gente de Harvard hiciera para lograr una mayor justicia.

Jermaine: I talked about the injustice of George Floyd’s death. I talked about how the police abuse power. I talked about systemic racism and about my own experiences with it — right here in Nebraska. And people listened.

Diana: Luego, Jermaine pidió a todos los presentes que se acostaran en el suelo durante 8 minutos y 46 segundos, la cantidad de tiempo que George Floyd tardó en morir con la rodilla del policía en el cuello.

Jermaine: When it was time to stand up, David suggested that we all help each other… No one went to help the school administrators, so I helped them myself. I wanted to be a positive example for the community. And ultimately, that day was about something bigger.

Diana: Cuando le preguntan si ha visto un cambio en Harvard desde la protesta, Jermaine dice que más o menos. Algunas personas que solían hablarle ahora no le saludan… pero Jermaine dice que está contento porque ahora sabe cómo son.

Jermaine: After the protest, it was clear how some people felt about me. But ultimately, the protest was a very positive thing. Everyone heard my message about George Floyd and police violence — even those people who stopped talking to me. They had to listen to me, and that means that I gave them something important to think about.

Diana: Jermaine Guinyard sigue enseñando educación física y entrenando equipos deportivos en su comunidad. Vive en Harvard, Nebraska con su esposa y sus seis hijos. Nuestro primer narrador, Bill McKibben, es un escritor y activista. Vive en Vermont, donde sigue escribiendo sobre el cambio climático.

Este episodio fue producido por Caro Rolando y Stephanie Joyce.

Gracias por haber escuchado “Relatos en inglés”. Este es nuestro último episodio de esta temporada, pero volveremos pronto con más historias. Nos encantaría saber qué te pareció esta temporada. Puedes enviarnos un correo electrónico a podcast@duolingo.com, o también puedes enviarnos un mensaje de audio por WhatsApp al +1-703-953-93-69.

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“Relatos en inglés” es una producción de Duolingo y Adonde Media. El diseño sonoro, musicalización y mezcla estuvieron a cargo de Samia Bouzid y Martine Chaussard. Masterización a cargo de Laurent Apffel y Antonio Romero. Nuestra asistente de producción es Caro Rolando, la editora es Stephanie Joyce. Nuestro gerente de producción es Román Frontini, el gerente editorial es David Alandete y la directora ejecutiva es Martina Castro. Puedes suscribirte en Spotify, Apple o tu plataforma preferida. Yo soy Diana Gameros. Thank you for listening!

Créditos

Este episodio es una producción de Duolingo y Adonde Media.

Narradores y protagonistas: Bill McKibben y Jermaine Guinyard
Escritoras del guión: Stephanie Joyce y Caro Rolando
Editora de transcripción: Stephanie Joyce
Diseño de sonido y mezclado por: Samia Bouzid
Diseño de sonido e ingeniero en masterización: Laurent Apffel
Gerente editorial: David Alandete
Productora asistente: Caro Rolando
Gerente de producción: Román Frontini
Productora ejecutiva: Martina Castro