En este episodio contamos las historias de dos platos regionales nacidos de una combinación de culturas muy distintas y que se han convertido en iconos.
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Transcripción
Diana: Un viernes por la noche en el 2012, el agente de policía Charles Sledge estacionó su coche en un concurrido cruce en la ciudad de Clarksdale, Mississippi. Eran las 10 de la noche y Charles esperaba que la gente comenzara a salir pronto de los bares y clubes.
Charles: I knew this intersection was usually busy at the end of the night. That’s when a lot of people left the clubs in the area. It was just a few miles away from my home, so I knew the area well.
Diana: Pero Charles no estaba allí como agente de policía para controlar el tráfico. No buscaba poner multas o sorprender a conductores embriagados. Estaba allí para encontrar… gente que tuviera hambre. Clientes que al salir de los bares quisieran comer una comida muy rica del sur de los Estados Unidos: tamales del Delta.
Charles: I was really nervous about selling my tamales to strangers, but I sold all 500 on the first night. I sold the tamales for less than one dollar each. After that first night, I wasn’t nervous anymore. That’s when my image changed. I wasn’t just a police officer. I was the “King of Tamales.”
Diana: Welcome, bienvenidos y bienvenidas a Relatos en inglés, un pódcast de Duolingo. Soy Diana Gameros. En cada episodio podrás practicar inglés a tu propio ritmo, escuchando historias reales y fascinantes contadas por las personas que las vivieron.
Los protagonistas hablan en un inglés sencillo y fácil de entender para quienes están aprendiendo el idioma.
En este episodio, dos historias de platos icónicos nacidos de una combinación de culturas. En los Estados Unidos y el Reino Unido, los diferentes grupos étnicos que han convivido durante generaciones han producido alimentos únicos, incluidos los dos de los que estás a punto de escuchar.
Nuestro primer narrador es del estado de Mississippi, en el sur de los Estados Unidos. Se darán cuenta de que en las palabras que terminan en “i-n-g”, Charles no pronuncia la “g”: “cooking” se vuelve “cookin.”
Diana: Charles ha vivido en Clarksdale durante la mayor parte de sus 43 años de vida. Cuando era niño, en la década de los 80, su abuelo le traía tamales picantes… o como los llama Charles: tamales del Delta, por el Delta del Mississippi, donde se encuentra Clarksdale.
Charles: When I was a kid, my grandfather often went to clubs and casinos at night. And he usually brought Delta-style tamales home. I really loved them. The Delta tamale is special and different from tamales anywhere else.
Diana: Como mucha gente en Mississippi, incluidos los antepasados de Charles, los tamales Delta tienen sus raíces en México. Pero son muy diferentes de los tamales tradicionales mexicanos. Mientras que los tamales mexicanos se cuecen al vapor, los tamales Delta se hierven a fuego lento en un caldo, o broth.
Charles: They’re both made of corn and meat. But Delta tamales are different from Mexican tamales because they are cooked slowly in a broth. I make mine with beef, chicken, and turkey. My favorite combination is chicken, cheddar cheese, and jalapeño. They are spicy… You also have to be careful, or you will spill juice from the tamale all over yourself!
Diana: Los tamales siempre fueron comida que calmaba a Charles… tanto comerlos como prepararlos lo ayudaban a relajarse. Y esto era importante porque su trabajo como agente de policía era realmente estresante.
Charles: There is a lot of crime around here. It was stressful to see violent crimes every day, and I just didn’t like the way it made me feel.
Diana: Pero ese era su trabajo. Así que para desconectarse, en su tiempo libre, preparaba tamales. En el 2009, se compró un aparato con el cual podía hacer grandes cantidades de tamales a la vez, docenas o dozens.
Charles: By hand, I could make four dozen tamales in fifteen minutes. But with the machine, I could do that in two minutes. I always liked to be busy when I wasn’t at work. Cooking has always been one of my favorite forms of stress relief.
Diana: Después de comprar la máquina de tamales, Charles comenzó a experimentar con las recetas. Quería hacer los tamales perfectos. Pero sabía que para eso, necesitaba ayuda.
Charles: I often brought tamales to my grandmother. She was Mexican, and her tamales were amazing. She tasted them and told me what to change. For example, she told me how much salt or spice to add. I listened to her exact recommendations. I make tamales with very specific ingredients — and that’s why they taste so good.
Diana: Al principio, Charles hacía principalmente sus tamales para reuniones familiares y para sus compañeros en la comisaría de policía. Como en México, en el sur de los Estados Unidos es costumbre dar de comer a quienes te rodean.
Charles: Mississippi is known for hospitality — people are friendly and generous. So, I gave tamales to anyone who wanted to try them. And everyone always told me that they were delicious. They were so popular that I decided to start selling them.
Diana: Así fue como terminó en una concurrida intersección en Clarksdale a altas horas de la noche un día del 2012. Tuvo tanto éxito que siguió regresando. Se convirtió en la mejor parte de su semana. Pero, apenas un año después, consiguió un ascenso a detective de policía.
Charles: After I became a detective, I didn’t have time to sell tamales at night anymore because I was too busy with my job. But it was really fun to sell tamales, and I wanted to find another way to do it. So I started to sell them from my house.
Diana: Charles comenzó a vender tamales en la cocina de su casa en Clarksdale. No ha dejado de cocinar ningún fin de semana desde el 2012.
Charles: Every Friday night, I start cooking. My wife Belinda and I usually cook until the next day. We finish around 5 in the morning. The tamales cook slowly for about 8 hours. We only have time to make about 700 tamales, and then the customers start arriving to buy them. My beef tamale recipe is the most popular. It only takes about one hour to sell all of the tamales.
Diana: Cuando Charles comenzó a vender sus tamales Delta en su casa… tuvo un éxito enorme. Ahora vienen a comprarlos de toda la zona.
Charles: One time, the police came because there were so many cars in the street. There are lines of people outside on the road. They drive hundreds of miles to buy my tamales.
Diana: A medida que el negocio de tamales de Charles comenzó a hacerse más y más popular, él empezó a preguntarse si podría dejar su trabajo de policía, que era muy estresante.
Charles: I thought, “What if I make tamales full-time?” For about a year, I thought a lot about retiring. I knew it was time to leave my job and become a full-time cook. So in February of last year, I bought a food truck. I wanted to sell tamales not only in Clarksdale, but all over Mississippi.
Diana: Y diez meses después de comprar el camión de comida, Charles se retiró de la policía para hacer tamales a tiempo completo.
Charles: I’m finally happy, and I’m not stressed anymore. Now I only cook food that I love, and I’ll finish working on my food truck soon. I wish I had retired from my police job and bought a food truck years ago. I feel great!
Diana: Pero no todo el mundo quiere que Charles lleve sus tamales de viaje. La hija de Charles de nueve años, Hannah Grace, ama los tamales tanto como a él.
Charles: My daughter loves the tamales. She thinks all the flavors are delicious, so she gets mad when people come to buy them. She tries to convince everyone that they taste bad. She wants them all for herself. (laugh)
Diana: Mientras Charles crecía comiendo tamales… Andy Munro no probó la comida que cambiaría su vida hasta la edad de 30 años. Era 1985… pero Andy todavía recuerda la experiencia como si fuera ayer.
Andy: The Balti was an explosion of new flavors. I had never tasted anything like it. It was full of fresh vegetables and I could taste all of the individual spices, like turmeric, garam masala, paprika, fenugreek, coriander, and chili. I loved it immediately.
Diana: Como puedes oír por su acento, Andy es británico. Lo cual quiere decir que palabras con “r” suenan más como una vocal. Por ejemplo, la palabra “learn” que andy pronuncia… “learn”. Andy nació y creció en Birmingham, que es la segunda ciudad más grande del Reino Unido.
Andy: Birmingham sometimes has a bad reputation in the United Kingdom, and I think it’s unfair. People think of it as a boring, gray city. But it’s actually a dynamic city, and there are so many different cultures here.
Diana: Birmingham es donde se inventó el Balti… una especie de curry. Lo comenzaron a preparar inmigrantes paquistaníes. A mediados de siglo, muchos paquistaníes emigraron al Reino Unido después del fin de la colonización británica y la división de India y Pakistán.
Andy: The Balti is both English and Pakistani. It was created in the 1970s by a Pakistani restaurant owner who moved to Birmingham. He adapted his curry recipe for British people. The result was a sweet curry with a lot of flavor — but not too spicy.
Diana: Los currys tradicionales se cuecen a fuego lento por horas. Pero el Balti está acitronado rápidamente en un sartén especial de acero, lo cual le da su sabor característico.
Andy: I grew up in the neighborhood where the Balti was invented, and I am proud of my city. As an adult, I was tired of people insulting Birmingham. They joked about our accents, and they said we had no culture. So, I started telling people about the Balti, which represents the best of Birmingham.
Diana: Para Andy, el Balti era algo completamente diferente a la comida con la que había crecido. Creció en la década de los 50, cuando el Reino Unido aún se estaba recuperando de la Segunda Guerra Mundial.
Andy: When I was very young, England was recovering from World War II. Even foods like bread and sugar were limited, so my diet was boring. I just ate basic English food, which did not have a lot of flavor. A typical meal was potatoes, peas, and lamb. So when I tried the Balti, all of the new flavors were like a true revelation, and I became a huge fan.
Diana: Birmingham es donde comenzó la Revolución Industrial. Y después de la Segunda Guerra Mundial, la industria manufacturera atrajo a muchos inmigrantes de todo el mundo.
Andy: Not everyone was happy about the changes in the city after immigrants arrived. Unfortunately, many immigrants experienced racism and exclusion. I think that’s a great shame. I really enjoy learning about and being a part of other cultures, particularly through food.
Diana: El vecindario en el que Andy creció ahora se llama Balti Triangle, el triángulo del Balti. Es una parte de la ciudad con docenas de restaurantes dedicados a este platillo o “casas de Balti” — Balti houses, como suelen llamarlos. Pero el propio Andy no tenía mucha relación con los inmigrantes paquistaníes en su vecindario hasta que probó el Balti.
Andy: When I started regularly going to Balti houses, I met a lot of new people. Many of the Muslim restaurant owners are now my good friends, and I have learned a lot about their food and culture.
Diana: Con el tiempo, Andy pasó de ser un fanático a un evangelista del platillo. Quería que los demás amaran al Balti tanto como él, así que a finales de la década de los 80 formó un club de Balti con sus amigos del trabajo.
Andy: Many people in the Balti Club had never spent time with people who immigrated to Birmingham. Thanks to the club, they learned that most Balti houses are owned by families. Each one is special in a different way, and it feels like you’re visiting a family’s home. You also learn a lot about the people who own the restaurants. For example, there was a restaurant called Saleem’s. The owners were from Kashmir, and they were great athletes.
Diana: Había alrededor de diez compañeros de trabajo, o office colleagues, de Andy en el club y cada semana iban a probar una nueva casa de Balti. A veces, incluso conducían a otras ciudades de alrededor.
Andy: At first, some of my office colleagues were not sure about eating foods from other cultures, but the Balti Club changed their attitudes. They learned that the Pakistani restaurant owners were actually quite similar to us. We all had the same worries and senses of humour. When these owners came to talk to us during our meal, we saw all of the things we had in common.
Diana: Después de cada comida, Andy charlaba con los propietarios para saber más sobre el restaurante… y, finalmente, comenzó a escribir reseñas para un periódico local, lo que le permitió compartir su amor por el Balti con más personas.
Andy: After a while, the Balti became really popular in Birmingham. British people usually talk about the weather with people they don’t know well. But then they started talking about where to get a good Balti. So I wrote a guide about the best Baltis in Birmingham, and it became very popular!
Diana: La guía esencial de Balti ayudó a cimentar la popularidad de Balti en la ciudad. En lugar de cinco estrellas, cada restaurante recibió una calificación en forma de tazones de Balti. A más tazones, mejor era el restaurante.
Andy: Most of the Balti restaurants were very happy about the guide because it meant more people in the city knew about them. I just wanted people to know about the Balti, and I became well-known in the local culinary scene for this. I even took my mother to try a Balti when she was almost 100 years old. It was her first curry of any kind, and she loved it.
Diana: Sin embargo, con el tiempo, Andy comenzó a notar que muchos restaurantes e incluso supermercados vendían curry normal como si fuera Balti.
Andy: There are many kinds of curries, but the authentic Balti is only from Birmingham. So when I saw restaurants in other parts of the United Kingdom selling curries they called “Baltis,” I thought, “Wait a minute! That’s not true!” I didn’t want other people to confuse the Balti with an average curry because then they wouldn’t think that it was special. And that would be horrible because the Balti is exceptional and unique!
Diana: Entonces, Andy comenzó a trabajar con seis restaurantes para formar una asociación Balti.
Andy: I wanted to help protect the Balti. So, I formed the Association for the Protection of the Authentic Balti with some restaurant owners. These restaurants show the logo on their menus, which means they serve the authentic version of the dish. We want people to come to Birmingham and know where they can get a real Balti.
Diana: Todo es parte de la devoción de Andy por los Balti y Birmingham… una pasión que también ha pasado a la siguiente generación.
Andy: Of course, my daughter came with me and my wife every time we went to a Balti restaurant. Now, she has a passion for Baltis just like me. She loves them so much that she started The Birmingham Balti Bowl Company. The company makes the traditional bowls that Baltis are cooked in, which are made of steel.
Diana: Acero o steel — ya que Birmingham es una ciudad industrial.
Andy: It’s nice to celebrate both the industrial and multicultural history of Birmingham.
Diana: Para Andy, la única forma de comer un auténtico Balti es con uno de esos cuencos de acero… no en recipientes para llevar. Entonces, durante meses por la pandemia de coronavirus, no pudo probar un Balti. Pero para su última comida antes del cierre de los restaurantes en Inglaterra, Andy regresó a Azim’s, el mismo restaurante donde disfrutó de la primera comida que inició su amor por los Balti en 1985.
Andy: Thirty-five years after my first trip to Azim’s, I returned with my wife. We had a Balti and shared a garlic and cheese naan, which is a type of bread. The meal was just as good as the first one I had there.
Diana: Andy Munro es un historiador del Balti y vive en Birmingham, Reino Unido. Es el autor del libro “Going for a Balti”.
Su historia fue producida por Carys Wall, una productora de Birmingham que vive en Andalucía, España.
Nuestro primer narrador, Charles Sledge, sigue cocinando tamales en Clarksdale, y su historia fue producida por Víctor Yvellez, un productor que vive en Missoula, Montana.
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Créditos
Este episodio es una producción de Duolingo y Adonde Media.