After years of studying classical music overseas, a Peruvian composer returns home and decides to write an opera incorporating classical instruments as well as Andean ones like the zampoña and the quena — both types of flutes.
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Transcript
Martina: It’s 1976 and Dante Valdez is in a church in his neighborhood in Arequipa, Peru. He’s there to speak with a Franciscan priest, who’s also a music teacher. At 12 years old, Dante is already a musical virtuoso. He knows how to play the piano and the guitar, and he sings classical opera. But he’s also spent time learning how to play the traditional flute of the Andes Mountains.
Dante: Un día estoy hablando con el padre y le digo: "Padre, quiero aprender música”. Él responde sorprendido: “¿Qué dices? Has practicado música desde los seis años”. Le digo: “Sí, sé tocar, pero no sé componer música. ¿Me puede enseñar?”.
Martina: Dante starts playing the organ regularly during mass. And in exchange, the priest agrees to teach him how to compose music. One day, seated at the enormous church organ, Dante has a revelation.
Dante: Es uno de los tres órganos viejos que llegaron al país. Bueno, en realidad, a toda Sudamérica. Es un órgano de Austria, de madera y de estilo gótico. Lo miro con atención y veo que tiene algo parecido a la zampoña. ¡Sí, los tubos por los cuales sale el sonido son como zampoñas!
Martina: The zampoña, or pan flute, is the archetypal Andean instrument, made of rows of pipes of different lengths. It’s used in folk music in Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, and Peru, but historically, it hasn’t had a place in high culture or classical music. Even so, Andean migrants have brought it to every corner of the world, popularizing its special sound, often as street music.
Dante: Ese día en la iglesia, veo que la zampoña se parece a un órgano. Ese instrumento podría ser, o incluso debería ser, parte de la alta cultura. No debía ser solo un instrumento de la calle.
Martina: Dante has his whole life ahead of him. But he already knows music will always be a part of it, and that his culture is really important to him. So that day in the church, he makes himself a promise.
Dante: Si Bach hubiese conocido la zampoña, habría hecho muchísimas composiciones con ese instrumento. Como músico, he buscado la respuesta a una pregunta desde hace mucho tiempo: ¿Se podrá hacer música clásica con los instrumentos de la música andina? Yo lo iba a intentar.
Martina: Bienvenidos and welcome to the Duolingo Spanish Podcast. I’m Martina Castro. This season, we’re taking you on a special journey across the Spanish-speaking world… From Spain to the Americas, a new generation of Spanish-speakers is working to keep their cultural traditions alive…with a contemporary twist. In today’s episode we travel to: Peru.
As always, the storyteller will be using intermediate Spanish and I’ll be chiming in for context in English. If you miss something, you can always skip back and listen again. We also offer full transcripts at podcast.duolingo.com.
Martina: As a child, back in 1973, Dante was at home one day in Arequipa, reading a special book of poems. It was written by his father, who was actually a lawyer. Flipping through the pages, Dante realized that one of the poems was dedicated to him. It was called: “Little son, hope.”
Dante: Empecé a leer el poema y me lo aprendí de memoria: “La vida, hijo, no es saberte hombre igual o diferente a los demás. La vida, hijo, es la muerte. ¡Qué orgullosa nos espera detrás de la batalla!”
Dante: Y entonces, un poco emocionado, le puse música con la guitarra. Se lo mostré a mi papá y le gustó. Juntos decidimos hacer algo especial: yo tocaba la guitarra, él recitaba ese poema y después… yo cantaba.
Martina: Dante had always had a good ear for music. In Peru, or as Peruvians call their home country, el Perú, he’d already started a musical group with his friends, where they used Andean instruments like the pan flute. At home, like in many Peruvian households, the song “El cóndor pasa,” "The condor flies by," was in frequent rotation.
Dante: “El cóndor pasa” es una canción muy popular en el Perú. Cuando era pequeño, la escuchaba mucho en la radio porque Simon y Garfunkel la usaron en una canción. Sin embargo, aparte de eso, la música andina no era respetada en el Perú. Era considerada como algo de la calle que no debía estar en salas de concierto.
Martina: Traditional Andean music incorporates chants and melodies from the time of the Inca Empire, way before European colonizers reached to Latin America. It still remains very popular in rural areas of Peru, Bolivia, and Ecuador. There, bands with pan pipes and drums are a common way to celebrate weddings, carnivals, and other holidays. But in more urban and upper-class environments, Andean music hasn’t always been appreciated.
Dante: De alguna manera, la diferencia de clases, que es un problema muy grave en el Perú, afecta la percepción de la música clásica. Mucha gente de clase media o alta no escuchaba música andina. Ellos creían que era música para otra gente, para la gente con características indígenas. La gente de las zonas urbanas escuchaban música europea o norteamericana y eso no me gustaba. Yo sentía que la música más famosa era la de otros países y que no apreciábamos la nuestra.
Martina: Dante first learned to play classical music in school and at church, while Andean music was something he heard in the streets of Arequipa and at festivals. The two styles were never played in the same place at the same time. But when Dante was a young man, he composed a short song that mixed both classical and Andean elements. He called it “Esperanza andina,'' or “Andean hope”. It was inspired by his father’s poem.
Dante: Esa composición fue el resultado de ideas que se acumularon durante muchísimos años. Yo aprendí sobre la música clásica, pero también sobre la música latinoamericana y peruana, y los instrumentos andinos.
Martina: Dante spent six months writing the piece, including several sleepless nights. When he finally had the composition ready, he spoke to the president of a local university about using its main auditorium for a recital.
Dante: Esa obra tenía zampoña, otros instrumentos andinos, dos pianos y un coro de unos setenta cantantes. Mis amigos me ayudaron a organizar el evento, pero todo fue muy improvisado. Yo apenas tenía veinte años cuando la escribí. Algunas personas no confiaban en mí porque era muy joven, pero la sala de conciertos estaba llena.
Martina: Many critics were opposed to the idea of bringing popular instruments into the sacred world of classical music. A review in Arequipa’s biggest newspaper heavily criticized the performance.
Dante: Cuando leí esa crítica, sentí que tenía que demostrarme a mí mismo que mi música no estaba mal y que partes de la obra estaban bien escritas. También entendí que podía mejorar, pero solo lo iba a lograr si estudiaba formalmente música clásica. Eso iba a ser imposible en el Perú.
Martina: Dante realized that to really become a composer, he would need to leave Peru.
Dante: Era el final de la década de los ochenta y en Perú no había manera de estudiar para ser compositor. El país no tenía ni la infraestructura ni el apoyo del gobierno o universidades para poder dedicarse completamente a la música clásica.
Martina: Dante knew that there was only one place where he was interested in studying: Russia — the land of Tchaikovsky and other famous classical composers who he admired.
Dante: Después de muchas pruebas, me aceptaron en el conservatorio de música en San Petersburgo, que entonces se llamaba Leningrado. La situación con la Unión Soviética era complicada. Estamos hablando del año 1989. El muro de Berlín acababa de caer, pero a mí me daba igual. Lo único que me importaba era que iba a tener acceso a un nivel alto de educación musical.
Martina: Getting to the Soviet Union took more than a day, on two airplanes. It was Dante’s first time on a plane. In fact, it was the first time Dante had ever been outside of Peru. Landing in another country felt like going from black and white to color. He was nervous and excited.
Dante: Llegué a Rusia el 25 de agosto de 1989. Primero estuve en Moscú y luego fui a Leningrado. Ya empezaba a hacer frío, así que lo primero que hice fue comprar ropa con el dinero de la beca del conservatorio. Después de eso, tuve clases de ruso por un año. Fue muy difícil aprender un idioma nuevo. Además, el nivel de los músicos en el conservatorio era muy alto y lo peor de todo era que no había otros extranjeros; casi todos eran rusos. Fue terrible porque los rusos eran muy disciplinados. Mientras yo leía medio libro, ellos ya habían leído cinco.
Martina: Slowly, Dante got used to the freezing cold in Leningrad, and the demands of the program. For the first couple of years, he only played European classical music. His Andean music had stayed in Peru.
Dante: Los primeros años fueron muy difíciles.
Martina: When Dante’s composition teacher listened to his pieces…he said it felt like they were missing something. Something that would set Dante apart from the other aspiring composers at the conservatory.
Dante: Él me decía: “Está bien, pero quiero escuchar algo nacional. Haz algo tuyo”. “¿Algo mío?”, me preguntaba yo. Entonces empecé a buscar dentro de mí… ¿El resultado? ¡Armonizar la música andina con la clásica! Ese profesor me ayudó a descubrir mi identidad musical y a mezclar lo andino con lo clásico europeo.
Martina: After his second year in Russia, Dante started returning to Peru for visits. He went once a year for the 11 years that he lived in St. Petersburg. Sometimes he would take Russian musicians back with him, to put on concerts or give master classes. And on every visit to Peru, he was reminded how wonderful Andean music really was.
Dante: A partir de ese momento, comencé a darle un toque peruano a casi todas las composiciones que escribía en Rusia. A veces usaba ritmos andinos o afroperuanos, que derivan de la música de los pueblos de ascendencia africana en el Perú. Es música con más percusiones que otros instrumentos.
Martina: At first, Dante encountered a lot of skepticism from both his colleagues and critics. But slowly, they started to recognize that Dante was paving the way for a new style…
Dante: Poco a poco, encontré una identidad y descubrí que podía hacer música de alto nivel, sin olvidar mis orígenes. Sentí que mi creatividad crecía a otros niveles.
Martina: After 11 years in Russia, Dante was offered a position back home, directing the local Arequipa orchestra. And he was so good at his new job, and so committed, that after a while, he was offered to direct the Peruvian National Orchestra — the position of a lifetime. Dante finally felt vindicated after his mix of popular and classical music had been dismissed years before.
Dante: Seguía con mi objetivo de implementar nuevos conceptos dentro de la música clásica. Vivía en el Perú, pero me invitaban a presentarme en otros países, como México o España. Allí, por ejemplo, creé una orquesta con músicos inmigrantes. Iba por las calles de Madrid y les preguntaba a los músicos callejeros si querían tocar en mi orquesta. Ese experimento fue todo un éxito y se hizo muy popular en los medios de comunicación. Después de eso, me invitaron a la ONU en Nueva York.
Martina: In 2015, Dante was invited to the United Nations headquarters in New York, to give a seminar on how music could make the world a better place. During his presentation, Dante explained his unique fusion of musical styles and cultures. Among the 300 people who attended was the director of the United Nations orchestra.
Dante: Él me preguntó si me gustaría hacer un concierto con la orquesta de las Naciones Unidas. Yo le dije que sí. La orquesta de las Naciones Unidas tiene ochenta músicos de aproximadamente cuarenta países. ¡Es la orquesta más cosmopolita del mundo! El director me dijo: “Pero tiene que ser un concierto de música latina”. Entonces me puse a pensar: “¿Qué puedo componer para presentar en Nueva York?”.
Martina: To be asked to conduct the United Nations orchestra was a huge opportunity. Dante walked the streets of New York, thinking about how to blend classical music with Latin American music. Several hours later, he met up with a Peruvian friend who lived in the city, and mentioned what he had been thinking about.
Dante: Me preguntó: “¿Y si haces algo con “El Cóndor Pasa”?” y yo le respondí: “¿Tú crees que funcionaría?”. Él me dijo que simplemente había que preguntarle a la gente. Así que, como él es un poco loco, se paró en varias partes de Nueva York, sobre todo en Times Square. ¿Y sabes qué hizo? Empezó a parar a la gente en la calle para preguntarles si conocían “El Cóndor Pasa”. Le preguntó a mucha gente y les cantaba la melodía.
Martina: More than a hundred people said yes, they knew the song “El cóndor pasa.”
Dante: Esa misma noche me puse a componer. Fue como cerrar un proceso que había comenzado anteriormente, desde que mi padre leía el poema “Esperanza” y yo tocaba la guitarra. Por esa razón, usé esa vieja composición, “Esperanza Andina”, y la uní con “El Cóndor Pasa”. Iba a ser la primera ópera andina con zampoñas que se iba a tocar en Nueva York.
Martina: Dante came up with the idea for an opera, a new kind of opera, where popular Andean instruments — like the zampoña — would take the stage. But there was a problem: money. The United Nations would help fund the actual orchestra. But only that. There wasn’t any funding to pay for a theater rental, a set, stage lights… Dante would need to ask for ayuda financiera, or financial help.
Dante: Tuve que pedir ayuda financiera en Perú. Pensé que conseguir dinero para un proyecto como este iba a ser fácil, pero no fue así. Al final, el gobierno dio menos del 30% del dinero. Fui a empresas privadas y me dieron un poco más, pero no era suficiente. ¡Fue frustrante!
Martina: Dante was determined that the show would go on, regardless. So he and his team figured out how to cut corners. For instance, the musicians would sleep in tiny studio apartments instead of hotels. And they would all sell tickets in their free time. Finally, they were able to come up with the money to rent a large theater in New York.
Dante: La orquesta de las Naciones Unidas tiene músicos de todo el mundo, así que tuve que enseñarles algunas cosas de la música andina. También había bailarines representando danzas mitológicas y tradicionales de los Andes peruanos. Además de eso, íbamos a proyectar la imagen de un gran cóndor en el fondo del escenario.
Martina: The premiere of “El Cóndor Pasa — Andean Hope” took place over two nights in April of 2019. The first night, the United Nations orchestra director conducted. But the second night, Dante was in charge. It was his big debut.
Dante: Fue muy emocionante para mí. No sentía mi cuerpo, sentía que estaba y no estaba. Cuando subí al escenario, empecé a escuchar las primeras notas y sentí que la música resonaba en mi cuerpo.
Martina: Dante gave a flick of his baton, and…the orchestra shook the theater! Dante says it was a sound that had probably never been heard before in opera music. The sound was purely from the Andes.
Dante: Era una zampoña con un sonido profundo que se intensificaba y se multiplicaba con otras zampoñas. Se escuchaba como la llegada de mil tropas que caminaban hacia el público. Mientras tanto, en la parte de atrás, aparecía la imagen del cóndor abriendo las alas en un cielo azul claro.
Martina: An hour and a half later, the United Nations orchestra finished playing and the zampoñas went silent… On the screen, the condor stopped flying. The audience was on its feet, applauding. Dante was ecstatic.
Dante: En ese momento, nuestra cultura, no solamente la peruana, sino la cultura andina, se elevó. Desde el público me gritaban: “¡Has traído el cóndor a Nueva York! ¡Felicitaciones, Dante!”.
Martina: Dante Valdez is a music composition professor at the Universidad Nacional de Música in Lima, Peru. His latest project was “Desde mi Ventana,” from my window, a virtual concert for children of indigenous communities around the world.
This story was produced by "Ado" or Antonio Díaz Oliva, a Chilean writer and translator based in Chicago.
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Martina: Here’s a message we recently got from Irene in the United States:
Irene: I just finished listening to the podcast about setting up a library in prisons. I really value this. It’s really a big help to be listening on my phone to the Spanish and English. And I’m taking Spanish conversation classes with a private school. So, you are a wonderful resource and I thank you.
Martina: We are so happy our podcasts are helping you practice your Spanish, Irene! Keep up the great work!
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The Duolingo Spanish Podcast is produced by Duolingo and Adonde Media. I’m the executive producer, Martina Castro. ¡Gracias por escuchar!
Credits
This episode includes recordings from Tonosfera and Epidemic Sound under the Creative Commons Attribution License.
This episode was produced by Duolingo and Adonde Media.